Carta a James Rhodes

Escrito por Bonifacio Singh el .

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-Querido Lleims:

Hace apenas un par de años que te conocemos. Leí en algún lugar del que no me acuerdo un comentario sobre tu libro “Instrumental”. Me llamó la atención, así que lo leí. Te ves como un ser oscuro, pero esa oscuridad irradia luminosidad hacia los demás Lleims, eso se nota desde la primera página. Tu estilo de escritura es sencillo y fluido. No te lo tienes creído, no te andas con medias tintas ni con mierdas, cuentas tu historia, la de tus huesos y de tu sangre, sin demasiados artificios. Salta a la vista que, además de tocar el piano, tienes un don para escribir.

rhodes4Leo entre tus lineas que no te ves como alguien grande. Yo sí que veo cierta grandeza en lo que cuentas y en cómo lo cuentas. La historia de tu vida llama la atención. Denuncias algo que es mucho más cotidiano de lo que parece en cuanto al tema de los abusos infantiles, pero que es tabú. Aquí cerca vive un tipo que sufrió algo parecido a lo tuyo, un cura lo violó reiteradamente y él sufrió grandes problemas psicológicos, lo sé porque su madre era amiga de la mía. Su madre no denuncio los hechos porque los curas hijos de puta la convencieron para no hacerlo, para no hacer daño a la iglesia. Y este caso lo conozco de primera mano, pero se comentan otros muchos en mis alrededores de este estilo. Eres un valiente hablando de ello sin tapujos, a la gente no le gusta escuchar este tema, insisto.

Luego está el tema de la música. La música que te ata a la realidad y te hace vivir. A mí hay otras cosas que me hacen levantarme por las mañanas, una de ellas es Madrid, la ciudad donde ahora vives y con la que parece ser que vives un idilio. Caminar por sus calles es para mí como para ti es escuchar a Bach, yo formo parte de ella como tú de la música, creo que me entiendes cuando digo ésto. Algunas de las cosas que hago las siento de forma muy parecida a como tú sientes a Bach. Sería largo de explicar, haría falta un libro como el tuyo para entender mi caso. Madrid es oscura, pero irradia algo luminoso que yo veo desde que nací. Coincidencia.

Vi el programa de La Sexta en el que te entrevistaron sobre tu caso. Lo vimos con gran interés porque desde que te leímos has formado parte de nosotros. Nos referimos a ti como Lleims, como si te conociéramos realmente. El programa de El Follonero no me gustó mucho, porque se centraron en el tema de los abusos y apenas dieron importancia a la música que te cura y te da la vida, trataron tangencialmente lo musical, tan importante o más en tu vida, creo, como lo otro. rhodes2El año pasado fuimos a visitar el lugar donde Van Gogh pintó frenéticamente durante los últimos días de su vida. Una vez escuché a un profesor contar en una clase que Vincent pintaba porque era la única cosa que le unía con el mundo, era como una forma de asirse a él para no difuminarse dentro de su propia mente. Creo que ésto tú y yo lo entendemos bien. Dicen que Van Gogh era un tipo solitario, que tenía la imperiosa necesidad de pasar gran parte de su tiempo consigo mismo pero que, del mismo modo, necesitaba el contacto humano del que huía. Tú y yo creo vivimos en ese mismo planeta contradictorio. No podemos soportar en exceso al personal, pero necesitamos también sus “caricias”. Creo que a ti tampoco te es ajeno nada de lo humano Lleims, quieres que te dejen en paz pero también sientes cierta conmiseración por los demás como si fueran parte de ti mismo.

La semana pasada leía en la playa tu libro “Fugas” (vaya traducción del título original del tu traductor, por cierto...) y le decía a mi aguantadora y compañera que leerte, a tí y a otros, es como hablar contigo, y que estos diálogos hacen que no me sienta sólo. Cuando leo a determinada gente siento que están ahí al lado charlando conmigo. No me sucede con todos a los que leo, sólo de vez en cuando, y cuando ésto pasa siento que las letras son una absoluta droga, que son personas de carne y hueso con las que vivo. Eso me sucede contigo. Veo además cómo te introdujiste en Madrid y me despierta cierta ternura, comprensión, y me siento orgulloso de lo que escribiste sobre este país en el que habitamos, casi se me saltaron las lágrimas al ojear el artículo de marras en el que explicabas lo que te hacía sentir esta tierra que muchas veces nosotros no valoramos en su justa medida. Siente que te lo agradecemos y que nunca caminarás sólo aquí, si no quieres hacerlo.



Y también te contaré mi milagro personal con Bach. Cuando leí tu libro escuché las piezas de música clásica que proponías. La “Chacona” de Bach, interpretada por ti, me la bajé de Youtube mediante un programa convertidor, y la instalé en mi móvil. Escucho música mientras pedaleo, esa es otra de las cosas que me atan al mismo tiempo a esta ciudad y a la realidad, a la vida, y tu interpretación la tengo en la lista de reproducción. El año pasado me sucedió un episodio de mala salud que me desesperaba. Sufría un dolor de estómago nocturno de causas desconocidas que muchas noches me impedía dormir. La situación se prolongó por meses y no conseguía ponerle remedio de ningún modo. Tome´diversos medicamentos y remedios naturales, pero nada. Tras largo tiempo llegó el verano a Madrid. Entonces comencé a sentarme en un lugar determinado  al terminar cada jornada de pedaleo y durante unos minutos escuchaba tu “Chacona”. Me sentaba junto a la torre del Cerro de Los Locos (“Cerro de las balas y de los locos”, si lees ésto el nombre te gustará seguro), me ponía los cascos con tu música y respiraba con el diafragma, para relajarme, mientras duraba. Al fondo el sol iba poníéndoserhodes3 y se veía a las golondrinas estivales volar supersónicas y bajas cazando insectos. Bach, Rhodes, Golondrinas y sol de verano. Tras realizar ésto durante unos cuantos días el dolor fue remitiendo hasta desaparecer, quién sabe por qué. Sigo realizando esta liturgia a día de hoy. Puede que, efectivamente, Bach sea Dios.

Nos llama mucho la atención tu modestia, Lleims. Joder. Qué jodienda. Es jodido verse en el espejo de forma real. El espejo da la vida a los lúcidos aunque también los mate. Yo también pronuncio mucho la palabra joder. Sabemos que te gustan mucho los tacos en idioma español, tienes mucha intuición, Lleims, las malas palabras aquí son para acariciar la mayoría de las veces, lo has pillado muy bien. Puede que no seas el mejor pianista del mundo, pero sí que eres una enorme correa de transmisión para conectar la música clásica con la gente, tienes una fuerza extraordinaria para ello, debes seguir tu camino con ello porque se lo debes, le debes tu fuerza y tu talento a esa fuerza maravillosa y descomunal, formas parte de ella, tienes que seguir haciéndolo por ti mismo y por la música hasta tu último aliento.

Da por hecho que intentaré tocar la pieza de Bach con un teclado mediante el método de tu otro libro. Aprendí de forma muy tardía a tocar otro instrumento, a aporrearlo, pero ya sé cómo es escalar ese Everest. Creo que probar lo del piano te lo debo un poco a ti. Y a tu luminosidad. Te ves enano y eres gigante. Tienes un gran carisma, Lleims. Joder. Jodienda. Cago en la puta hostia, coño.  Tienes que seguir adelante, y lo harás, Lleims, en Madrid o donde sea.


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