Yo podría vender más libros que el subnormal de Paulo Coelho

Escrito por Daniel Prieto el .

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Me encantaría que casi todo lo que me rodea no me resultara tan patético, predecible y vacío. Me encantaría poder decir que todo me parece una puta mierda y que fuera una pose. Sería mucho más feliz así. Ojalá pudiera beber cervezas, ver el partido y poder reírme de esa forma tan catárquica como el gordo de ahí al lado que parece medio lerdo. Me encantaría dejar de fijarme en las miradas perdidas de los ancianos que esperan su muerte guardando la compostura lo mejor que pueden, dejar de ver toda la tristeza que hay en cada movimiento de la vendedora de fruta, coelho2dejar de ver esa maldad oscura inherente al ser humano que muchos niños ya demuestran en la guardería, dejar de mirar hacia el lugar donde miran los ojos muertos del pescado, expuesto sobre el hielo en los supermercados... pero no puedo. Me gustaría mucho dejar de pensar por un día en la muerte de mis seres queridos y en la mía propia, poder reconocer a ese gordito de gafas y con poco pelo que me mira desde el espejo, que Melendi o Enrique Iglesias o Daddy Yankee no me pareciesen retrasados que hacen música para retrasados y poder ir a sus conciertos, poder ver Breaking Bad y que no me pareciese una putísima mierda y poder charlar sobre ella con otros... pero me resulta imposible. A veces no creo en nada y todo me resulta tan oscuro que me duele tener que abrir los ojos y salir a la calle fingiendo un poco más... pero entonces mi hijo me sonríe, me toca la barba de un día y me dice que tengo que cortar la hierba y el mundo, sin más, se transforma en un lugar maravilloso. Mi hijo es un niño como otro cualquiera pero es mi hijo y eso basta. Ese misterio insondable de la vida a tu lado pidiéndote gusanitos, Dios en cincuenta centímetros inagotables e
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n
a
b
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s.
Martín. Mi hijo. Nuestro hijo. Últimamente lloro a escondidas y me emociono yo solo como un imbécil pensando en él. Tus debilidades a flor de piel, solo contra la muerte y la crueldad y toda esa ignorancia y este mundo cruel que quizás ya nunca podremos cambiar. ¿O sí? Cuando le preguntan cómo se llama nunca dice su nombre a secas: "Martín Prieto Núñez", contesta orgulloso, frunciendo el ceño. coelho3De apariencia dócil pero irreductible en el fondo, como su madre, pelea en el aire contra enemigos imaginarios con sus dinosaurios. El otro día pasé por error por Telecinco y vi a Andrés Aberasturi hablando sobre su hijo con parálisis cerebral. Lloré como una colegiala. A solas, esperando que María llegase de trabajar. María, solo tú tienes esa capacidad para sacarme de mis putas casillas. Solo tú. ¿Por qué cojones no pones una toalla nueva cuando echas para lavar las viejas? Siempre me seco a la del lavamanos maldiciendo en voz alta. Cada vez que lo haces consigues cabrearne de verdad y te importa poco porque luego te duchas tú y aun encima tú eres la que se enfada.

Solo tu consigues sacarme de quicio, María. Solo tú. Me guataría poder decir que no me arrepiento de nada pero es mentira porque muchas veces lamento haberte hecho tanto daño.

Todos esos idiotas escribiendo libros. Palabras juntadas. No han vivido una mierda y tampoco han leído una mierda. Y esos otros, aún más idiotas comprando esa basura. No le han visto el perfil a la muerte. No le han visto el culo a la mona. Literatura de Instagram. Tampoco han echado los suficientes polvos. Filósofas veinteañeras con Iphones en mano, poetas que siempre han podido pagar el alquiler, artistas con padres funcionarios... Joder, pero si ni siquiera han dormido una noche al raso. Literatura subvencionada. Nunca han tenido que hipotecar su futuro, nunca han comprado una botella de vodka antes de saltar al vacío. Ni siquiera han tenido trabajos de verdad. Vidas de ilusión y fantasía noveladas. No sabéis una puta mierda. Premios literarios. Podéis poneros todos en fila para comerme la polla, salvadores de la narrativa contemporánea.

coelho44Vidas que valen menos que un "me gusta" del Facebook. Niños brujos apaleados en África. Los esclavos pakistaníes que mueren para que se celebre el Mundial de Qatar de 2022. Los adolescentes de Centroamérica que deben elegir entre morir asesinados por la policía o por las maras. Y Ana Rosa no cuenta nada de esto. Y aquí estamos, encantados en que Madrid sea la capital del mundo gay. Es muy fácil ser un homosexual combativo si no vives en Rusia o en Arabia Saudí. Es muy fácil decir lo que uno pretende ser. Por desgracia, eres lo que los demás dicen que eres.

Queda una esperanza hiriente en los niños, queda remedio contra esta realidad. A veces me doy cuenta de que estoy malgastando mi vida preparando cafés con leche ni muy claros ni muy calientes, sirviendo aguas frías pero no mucho y esas cosas. Todas esas sinfonías en mi cabeza, todas esas novelas grandiosas que no puedo llevar a cabo. Yo podría escribir la mejor novela del siglo pero no me sale de los cojones. Podría hacer que todas las amas de casa del mundo suspirasen por mis huesos, que todos esos flipados que venden sus novelas por Internet lo flipasen. Yo podría vender más libros que el subnormal de Paulo Coelho... pero no me da la puta gana. Entiendo perfectamente que Kafka mandase quemar todos sus escritos. Puede que hubiese sido lo mejor.

El mundo interior de Messi. ¿Cuántos niños somalíes vale un Ferrari? ¿Tres mil? Los asesinos de las niñas de Alcásser yendo de putas con dinero público una vez más. El bar España y esa red de pederastas pergueñada alderedor del PP. Fabra asesinando niños en misas negras. Montoro realizando la mejor oferta de empleo público desde hace una década. La gente por las noches en sus casas viendo Netfix o a Belén Esteban, tanto da. Papá está jubilado y el nene prepara las opos. Todo va bien.

coelho4Bukowsi ya lo dijo en Pensión de mala muerte.

No has vivido
hasta no haber estado en una
pensión de mala muerte
con nada más que un
foco
y 56 hombres
apretujados
en catres
y todo el mundo
roncando
a la vez
y algunos de esos
ronquidos
tan
profundos y
tan bastos e
increíbles...
oscuros
carrasposos
infrahumanos
resollantes
del mismísimo
infierno.

parece como si
se te partiera la cabeza
entre esos
sonidos
de muerte.

y los
olores entremezclándose:
calcetines sucios y
rígidos y
calzoncillos
con orines y
excremento

y por encima de todo eso
un aire que
circula lentamente
muy parecido
al que emana de los
cubos
de basura
destapados.

y esos
cuerpos
en la oscuridad

gordos y
flacos
y
encorvados

unos
sin piernas
sin brazos

otros
sin cerebro

y lo peor de
todo:
la total
ausencia de
esperanza

les
envuelve
les cubre
totalmente.

no se puede
soportar.

te
levantas

sales

caminas por
las calles
subes y
bajas
banquetas

pasas edificios

doblas la
esquina

y vuelves
a subir
la misma
calle

pensando

coelho5todos esos hombres
fueron
niños
una vez

¿qué
les
ha pasado?

¿y qué me
ha pasado
a
mí?

está oscuro
y hace frío
ahí
fuera.


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