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PHD Tilla (los hombres borrachos no temen la lluvia)

billy1Entré en un aula. Me senté en la penúltima fila porque la última estaba ocupada por dos tipos con aspecto patibulario y amenazador. A los tres cuartos de hora chirrió la puerta al abrirse. Los de detrás comentaron jocosamente: “ahí viene Jesucristo”, el más gordo de ellos soltó una carcajada que interrumpió la clase. Miré de reojo y sí, era PHD Tilla, la imagen fidedigna del hijo de Dios vivo. Se sentó con ellos. El aula se vio invadida por un olor mezcla de desodorante, hachís y Ducados, como si fueran oro, incienso y mirra. Despistado, pero de los más inteligentes que conozco, casi diría que el que más. Eso sí, con memoria de pez a causa de la grifa. Es el tipo más valiente y generoso que me he echado en cara, y su valentía, sus huevos ante la vida, están al nivel de su consumo de tabaco, grifa y alcohol.

Le compró un Fiat Tempra al novio de su prima. Llevaba una pegatina horrorosa característica pegada en el parabrisas trasero. Le llamé y me dijo que le habían robado el Tempra. Sin demasiada esperanza mirábamos los coches por todo Madrid. Pasaron dos meses. Un día, circulábamos por una calle cualquiera y, de repente, vi la pegatina. Dimos un frenazo y me bajé corriendo. Pensamos que lo había recuperado, estaba aparcado en un lugar muy muy céntrico. Llamamos a su casa para comprobarlo. No, no lo había encontrado. Él no estaba en casa. Su padre, su hermana y su hermano corrieron hacia el lugar mientras nosotros vigilábamos el coche, pensábamos que el ladrón lo había aparcado allí, porque tenía la barra antirrobo puesta. Llegaron. Su padre me tranquilizó, me dijo: “mi hijo lo aparcó aquí y se le ha olvidado dónde..., seguro”. Yo le quité hierro al asunto insistiendo en la posibilidad del robo, pero su brother, sin reparos, dictó sentencia: “mi hermano fuma demasiada grifa, tío, demasiada...”. Él había dado parte de robo a la policía y al seguro. Mantuvo la acusación sobre un ladrón imaginario, y la compañía aseguradora le arregló los bollos del coche, que eran muchos, aunque estaba a terceros, al hijoputa.

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