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Y seguimos siendo unos niñatos

Decía el filósofo Immanuel Kant allá a finales del S.XVIII que la persona podía dejar atrás la minoría de edad si pensaba por sí misma, desligándose de las influencias políticas o religiosas, haciéndose responsable de su propia vida en lugar de dejarla en manos de otros. A este pensamiento yo añadiría que la mayoría de edad se alcanza cuando se es consciente de la responsabilidad de sus acciones para con los demás. Considero que en la actualidad gran parte de la población parece más bien estar atravesando la adolescencia, sintiéndose muy adulta pero comportándose como una cría de teta (y no me estoy refiriendo al término kidult). Como ya introduje en un artículo anterior, los adultos que conozco son bastante escasos por los filtros que utilizo para considerar a una persona crecida. Otra de las virtudes que, bajo mi estricto punto de vista, caracterizan a los adultos es la capacidad de responder ante un agravio, insulto u ofensa. En ocasiones una respuesta inadecuada llega a deslegitimar completamente su causa.

somos4Me asombra el infantilismo presente en la política que vulgarmente conocemos como el “y-tú-más” y el de algún sector periodístico, dada la relevancia que en la formación de la opinión pública tienen ambos colectivos. En lugar de enzarzarse en acusaciones que no llegan a ninguna parte o publicar artículos de poca monta deberían adoptar una posición más acorde con esta responsabilidad de transmitir e informar. Un ejemplo menor, pero no menos ilustrativo, se nos ha presentado recientemente tras una entrevista que Pablo Motos realizó a la cantante Edurne García en el programa “El Hormiguero”. Al parecer, durante la entrevista el presentador comenzó la polémica al indicar "Me han dicho que es más fea Manchester que una nevera por detrás..." a lo que la muchacha contestó "Muy bonita no es. La verdad es que no. Hay que buscar los sitios concretos. Pero bueno, es más bonita España". Su respuesta levantó ampollas en susodicha ciudad y el periodista Richard Wheatstone del periódico local Manchester Evening News pegó una pataleta dejando claro su nivel de madurez. (Podéis leer el artículo completo en http://www.manchestereveningnews.co.uk/news/greater-manchester-news/de-gea-girlfriend-manchester-ugly-8835263).

Su texto partía por el buen camino porque nos enumeraba las bellezas de la ciudad, una respuesta muy elegante a la ofensa propinada. Si el articulista hubiera cerrado su escrito con un eslogan promocional de la ciudad se habría colocado un broche de oro. Sin embargo, lo que comenzó de una manera bastante decente (aunque con una falta de documentación alarmante) terminó de emborronarlo con un apelativo que considero fuera de lugar cuando indica que “Comparado con Barcelona y Manchester, Madrid es simplemente lamentable”. Su reacción me recuerda a la de un niño preadolescente a cuya madre llaman fea y contesta diciendo que la del contrario lo es más. Su contestación está al mismo nivel intelectual. No contento con su salida poco original, comienza a remarcar los aspectos más indignantes de la capital española. Actúa como un abusón que no sólo contesta sino que además machaca. Tampoco es muy acertado, por capcioso, el titular del diario Mail Online al afirmar que “La novia del portero del Man United David de Gea coincide en que Manchester es << más fea que un frigorífico por detrás>> en una extraña entrevista televisiva”, porque en ningún momento lo afirmó, sino que intentó dar salida de un modo que no me parece especialmente ofensivo (podéis ver el momento en el minuto 14 de la entrevista en http://www.atresplayer.com/television/programas/hormiguero/temporada-4/capitulo-97-Edurne_2015031100451.html). El rotativo The Independent va más allá poniendo en boca de la cantante el comentario de Pablo Motos (http://www.independent.co.uk/sport/football/transfers/david-de-geas-girlfriend-edurne-garcia-manchester-is-uglier-than-the-back-of-a-fridge-10106130.html). Da la sensación de que la respuesta de la extriunfita ha sido más ofensiva que mearse encima de la Union Jack. Afortunadamente no ha trascendido en los medios españoles que, hasta lo que he podido comprobar, parecen haber tenido más seso y no han continuado con la gresca.

somos6Quería aprovechar esta anécdota para recomendar que, cuando alguien se considere herido en sus sentimientos, debe procurar contestar con inteligencia (cosa que el reportero mostró al inicio del artículo) pero ante todo con asertividad, indicando que el comentario ha provocado malestar y procurando un acercamiento; como, por cierto, ha hecho el concejal de Manchester, Pat Karney, proponiendo a la concursante eurovisiva una visita por la ciudad.

Particularmente, no me agravian los comentarios de Wheatstone sobre mi ciudad, a la sazón no mencionada por Edurne en momento alguno. Todos tenemos derecho a expresar una opinión, algunos con mayor tino, otros con menos. Una actitud madura para un periodista pasa por dar eco de la noticia en su diario sin entrar en mayor polémica, dada la escasa relevancia de la opinión de una cantante. En el caso de un político, tomaría nota de sus comentarios para mejorar la imagen de la ciudad. ¡Las críticas son una fuente de riqueza maravillosa! La actitud constructiva siempre será mejor que la destructiva, no solamente desde el punto de vista de la imagen que se proyecta de uno mismo (ya se sabe, se “queda como un señor”), sino porque también trae recompensas desde el punto de vista emocional: buscar el lado positivo siempre llena de satisfacción. Así pues, sed asertivos y estaréis más cerca de ser un ejemplo de madurez, además de recibir un rédito de enriquecimiento personal.

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De re delicata

“Su IMC es de 17,78: delgadez aceptable”.

Todo haz tiene su envés, toda fotografía su negativo. La delgadez aceptable es a la falta de peso lo que el sobrepeso a su exceso. En la sociedad actual es habitual poner atención en los kilos de más, en los rebeldes michelines que impiden moverse con ligereza y que, según los cánones de belleza vigentes, afean nuestra imagen. Pero existe un reducto de personas, entre las que me encuentro, que tienen el problema inverso y que, a causa de la preponderancia de los problemas de gordura, somos relegados y despreciados con una suerte de envidia; porque nuestro estado es el que buscan los demás.

Permitidme que os abra los ojos. Especialmente a aquellos que nos miran con extrañeza o burla.

delicata4La delgadez no es un estado físico envidiable. El culto por el cuerpo magro es un dictado de una serie de artistas respaldados por los medios de comunicación, que lleva a la confusión de masas. Una visión subjetiva ha preponderado en estas últimas décadas con nefastas consecuencias. El físico envidiable es el saludable, y siempre teniendo de referencia nuestra complexión (quien tenga la cara redonda o las piernas especialmente gruesas debe aceptarse, hacer ejercicio u operarse si le traumatiza, no morirse de hambre). Cuando la sociedad deje de ser esclava de la estupidez mediática es posible que la salud prime sobre la apariencia forzada.

Cuando al mirarse al espejo se descubre un rosto cadavérico, la delgadez no es un atributo envidiable. Cuando la falta de masa corporal juega en contra en un accidente, la delgadez no es un atributo envidiable. Cuando la falta de reservas en el organismo juega malas pasadas, la delgadez no es un atributo envidiable.

¿Dónde está la virtud de la delgadez? Es una quimera que se vende con facilidad, quizá por el aura etérea y romántica que transmite. Particularmente, no entiendo el romanticismo de parecer un/a yonqui. Ha llegado el momento de desaprender (verbo de moda, por cierto). Lo que nos regalan los medios es una manzana envenenada. En su lugar, hay que comenzar a diferenciar entre la esbeltez deseable y la delgadez que impera actualmente. Creo que la diferencia entre estos dos términos es apreciable. Por no mencionar la exuberancia, que para mi gusto personal es el cuerpo más bonito. Christina Hendricks es todo un ejemplo.

La delgadez no tiene que estar indefectiblemente unida a un trastorno alimenticio. En ocasiones no se engorda por una cuestión de metabolismo, en otras por el estilo de vida que se lleva, otras veces por situaciones de estrés, otras por enfermedades…

delicata2Es habitual que la gente se abstenga de advertir a una persona entrada en carnes su gruesa condición, porque podría herir sus sentimientos. En cambio, como la delgadez es el objeto de deseo de la mayoría, señalar a alguien lo delgado que se encuentra no se autocensura porque no se percibe como una cualidad negativa. Obviamente, si el halagado es una persona que se somete a una dieta, estas palabras actúan como acicate. Ahora bien, si no se conocen las circunstancias personales, es conveniente que se guarde esa opinión. Imaginemos que nos encontramos con un caso de anorexia o bulimia: se estaría alabando una enfermedad grave y alentando la perpetuación de ese estado pernicioso. Pero además, en los casos de personas condenadas a la delgadez, puede surtir los efectos de insulto y ofensa. Este es mi caso. Cada mirada suspicaz, cada comentario al respecto, me hiere. En primer lugar, por la falta de confianza en mis palabras que explican la razón de mi escasez. En segundo lugar, porque me recuerdan una circunstancia que me es desagradable. En tercer lugar, porque propician que mi lucha sea más difícil ya que, por la inconsciencia del observador y mi subconsciente siempre alerta a las palabras ajenas,  mi objetivo parece situarse todavía más lejos.

No estoy proponiendo con esta reflexión que se abandone la sinceridad y se recurra la hipocresía, sino que se impulse la empatía y se imponga la prudencia. Recordad siempre que la vida debe estar marcada por la prudencia. Prudencia en las palabras, prudencia en los gestos, prudencia en las conductas, prudencia en las publicaciones.

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Regalos, compromisos y estupideces varias

Con ocasión de la época que se avecina de banquetes de Almax, socialización avasallante y otros excesos, se me ocurre dedicar unas reflexiones a los regalos, no únicamente a los navideños sino al concepto de regalo en general.

Una de las mayores convenciones sociales germina en forma de regalo: cumpleaños, festejos navideños, bodas, despedidas… todos ellos combinan a la perfección con papeles y lazos de policromías singulares y contenidos dispares. A lo largo de mi pequeña existencia he presenciado de todo, desde regalos para llorar de la emoción (incluso no siendo la agraciada) a presentes que son para dedicar una intensiva sesión de vudú al comprador.

Aquí os brindo algunos ejemplos de regalos mal concebidos:

- El regalo bromista. Es un regalo para hacer la gracia, pero que llega a no tener ninguna. A mi hermano le regalaron en una ocasión un desatascador, en otra unas zapatillas azul intenso con un saltón corazón rojo de Agatha Ruiz de la Prada… Este apartado no tendría fin. Dejémoslo aquí.

- El regalo desapegado. En esta ocasión me tocó a mí, un conjunto de productos para el baño, que para más inri fue el mismo regalo que anteriormente realizaron a otra persona, acompañado de una frase-envoltorio que fue la traca final: “como no sabíamos qué regalarte te hemos comprado esto”.

- El regalo desaprensivo. ¿Os imagináis que os regalan unas tazas de hipermercado entregadas en la bolsa de hipermercado, sin envoltorio, compradas una hora antes de la fiesta de cumpleaños?. Pues esa vez le tocó el premio a una amiga mía.

- El regalo caradura o “tumiregalo”, concepto acuñado y utilizado por una servidora en sus años mozos, pero que también he reconocido en otras personas.  La idea es la siguiente: es “tu regalo”, pero lo compré para que fuera “mi regalo”. Es el colmo de la sinvergonzonería final.

regalos2El regalo actual, en la mayoría de las ocasiones, se ha completado con componentes prescindibles y execrables, por lo que aquí dejo unos consejitos para que los tengáis en cuenta tanto en las compras navideñas que se aproximan como en las demás ocasiones que se presenten en vuestras vidas:

- No regalarás por compromiso. ¿Por qué hay que regalar en una ocasión marcada por calendario?  Es mejor realizarlo cuando apetece, cuando se tropieza con algo que se sabe que a la otra persona le emocionará, porque es entonces cuando el regalado se da cuenta de que no es una simple obligación social aneja a un acontecimiento. Ese regalo significa “te llevo en mis pensamientos, te conozco y quiero hacerte feliz”. Además, el efecto sorpresa y la ilusión ya son regalo en sí.

- No valorarás el regalo por su precio. El regalo se ha convertido en una expresión material y materialista, hasta el punto de que en ocasiones parece que si se gasta una cantidad alarmante de dinero es mejor regalo y que si se invierte poco, es un regalo despreciable. Del mismo modo que todos tenemos objetos de poco valor material y marcado valor sentimental, un regalo tiene que medirse por el sentimiento, no por el dispendio. Asimismo, un regalo puede ser algo intangible, ¡salid de lo clásico y arriesgad!

- No copiarás ni acudirás a clásicos. ¡Basta de colonias, joyas y ropa!, salvo que el regalado sea coleccionista de esos bienes y sea su única ilusión. Hay que procurar realizar un regalo original, a ser posible personalizado y que no se repita año tras año. Incluso si por necesidad hay que recurrir a los clásicos - ¡cómo está la publicidad de colonia este mes!... agotador rozando la tortura - se puede encontrar un toque de originalidad.

- No harás uso del cheque-regalo: sin comentarios.

Michel Serres, magnífico filósofo francés (http://es.wikipedia.org/wiki/Michel_Serres o http://fr.wikipedia.org/wiki/Michel_Serres ), cambió radicalmente y sin retorno mi forma de concebir el regalo. La base de un buen regalo, según este buen señor, tiene dos componentes imprescindibles e inexcusables: se conforma de una parte del regalador y otra parte del regalado. Es decir, un regalo es algo que uno mismo se compraría para sí y que al mismo tiempo sabe que va a entusiasmar a la persona que lo recibe.

regalos8Con el tiempo añadí un corolario a esta máxima indiscutible: un regalo hay que trabajárselo de verdad. En la actualidad, regalar es más fácil que nunca. Se puede acceder a internet y tras varios clics y una tarjeta bancaria ya no tenemos ni que salir de casa. ¡El colmo de la comodidad y del desaire a un buen regalo! Un regalo hay que sudarlo, invertir esfuerzo y amor. Hay que removerse las mientes para encontrar la mejor idea; agotar las energías entre tiendas y pasillos para encontrar exactamente lo que agradará más; o dejarse la piel realizando un bonito envoltorio, una nota emotiva, un extra inusual que acompañe el presente. Realizar el regalo con las propias manos es ya cuestión de habilidad, pero si se es mañoso puede resultar un presente summa cum laude. Sed un poco creativos y esforzaos un poco, que todo tiene su recompensa: la cara de ilusión del regalado será vuestro regalo.

En definitiva, todo este rollo macabeo que os he metido a cucharón se resume en una recomendación de sentido común: cuando regales, regala con el corazón. Si eres un poco espabilado/a trata de elaborar una lista con mucha antelación, para que cuando llegue el momento socialmente obligado no sea tan gravoso darse a tan ardua misión.

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