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Geografías posibles: en el puerto de Crosshaven.

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En la dársena de Crosshaven, en la costa más meridional de la Isla Esmeralda, Gerald FitzGerald da los últimos toques al elegante yate de su propiedad. Le acompaña en la faena su viejo amigo Declan, de Templebreedy. Sus encantadores hijos chupan la pajita de un batido de chocolate en la terraza del club. Está muy bien la mar para izar velas.

En ese mismo instante, Nepomuceno García, a muchas millas de la Isla, se sienta en el taburete de Cafetería Mediodía, el establecimiento más postinero del polígono industrial Caño Partío. Toma un refresco de limón.

-Señorita, ¿qué canal es ese?
-La televisión de Rumanía, caballero.
-Usted es rumana, claro…
-Sí, señor. ¿Le gusta? Si quiere lo cambio.
-No, no, a mí me es igual.

crosshaven2Gerald FitzGerald larga amarras y pone rumbo a la bocana, desabrochando la camisa, aspirando hondo. Navega ya con viento a favor hacía Kinsale…

Caño Partío es un emporio de naves alineadas, con una arteria principal llena de baches. Llegar a la ITV es una aventura. En el patio principal Nepomuceno hace algunas indagaciones sobre el futuro de su vehículo. Se anima.

Desde Crosshaven Gerald FitzGerald podría cruzar el mar de Irlanda y arribar a la Marina de Swansea, en Gales. Nepomuceno nunca ha visto el mar. De Caño Partío al pueblo de Nepomuceno, en Extremadura, hay unas tres horas de autovía. Gerald FitzGerald se iba a derretir de calor en el pueblo de Nepomuceno.

Estas imaginaciones estaban en la mente de Liberio de Bergantiños, que tenía visión de conjunto, que había nacido al lado del mar, mirando a Crosshaven desde Farum Brigantium, pero ahora vivía en la estepa por cosas destino.

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La Palma

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La Palma es la tercera isla más montañosa del mundo, tras las macaronésicas de Fogo (Cabo Verde) y Pico (Azores). Como todas las islas volcánicas, está destinada a desaparecer engullida por el mar. De hecho, se encuentra inmersa ya en este proceso pues el territorio se estructura en torno a una gigantesca caldera de 28 kim de diámetro, la Caldera de Taburiente, que no es sino lo que queda del desmoronamiento de un pitón que pudo rayar en su momento los 5 000 metros de altura. En cualquier caso, el Roque de los Muchachos, su cima, alcanza los nada despreciables 2 426 metros de altura, sobre todo si tenemos en cuenta que, como para el caso del Teide, se alza prácticamente desde el nivel del mar.

lapalma2Al Sur de la Caldera se ha ido constituyendo otro edificio volcánico más reciente constituido por una especie de espina dorsal de cráteres que van declinando hacia meridión y mantienen una importante actividad cuya última erupción, la del Teneguía, data de 1971.

El clima de la isla está muy mediatizado no sólo por la orografía y su latitud frente a las costas del Sáhara Occidental sino también por los vientos alisios, húmedos, que son generados por el potente anticiclón de las Azores. Así que, paradójicamente, el enemigo número uno de los agricultores y ganaderos de cuatro quintos de la Península Ibérica es el responsable de los períodos de lluvia o de frescor e, incluso, frío en nuestra isla canaria. Las nubes húmedas se constituyen en el mar, quedan atrapadas en las alturas isleñas, la vegetación las peina y la condensación resultante riega todo su manto. Son numerosos y fáciles de ver los árboles-que-fabrican-agua. En El Hierro, hay uno muy conocido al que los lugareños llaman El Árbol Garoé. A sus pies, un sistema de captación de la humedad de las nubes rasantes condensada por sus ramas produce un caudal nada desdeñable que es canalizado, pendiente abajo, hacia las huertas y los núcleos habitados.

lapalma3Según la cota altimétrica a la que nos encontremos, sobre todo en estaciones como la del verano, las condiciones meteorológicas varían. Por ejemplo, son datos de la primera quincena de agosto pasado, en el puerto de Tazacorte (Sotavento) había 32ºC, en El Paso (también a Sotavento pero unos 15 km cuesta arriba), 24ºC y en el refugio de El Pilar (Parque Natural de Cumbre Vieja, a unos 1 500m de altura y a menos distancia de El Paso que de esta localidad a Tazacorte), 14ºC y lluvia garoé. Se podrán Vds. imaginar lo que todo esto representa a nivel paisajístico: verano abajo, primavera a media altura y otoño en las laderas y cumbres montañosas. Cactáceas y euforbias, vegetación tropical, vegetación mediterránea, bosques de pino canario, vegetación atlántica (bosques de castaños a barlovento) y foresta terciaria de laurisilva. Tremendo.

El senderista puede elegir disfrutar de cada uno de los ecosistemas citados o, lo más normal, hacerlo de todos a la vez. La isla es un paraíso para el caminante. En lo que me concierne, no exagero si les digo que sólo en las Azores he podido acometer unas excursiones tan absolutamente espectaculares. Eso sí, salvando desniveles que pueden superar los tres mil metros totales en una sola jornada. Cresteando bajo el alisio, es fácil contemplar, en la lontananza, los perfiles de las islas de Santa Cruz de Tenerife, la Gomera y, un poco más al suroeste, El Hierro.

lapalma4Para el solaz y la restauración del apetito del viajero hay un buen número de establecimientos regentados en una proporción sorprendente por alemanes e italianos. Pero no se asusten, estos alemanes no perpetran su gastronomía tradicional sino que han aprendido a sublimar la del lugar. Y tampoco vayan a creer que, como plato cárnico, les vayan a ofrecer reptil (son incontables las lagartijas y lagartos que nos han salido al paso). La relación calidad-precio hará que se pregunten por qué en la Península todo está tan caro.

Por último, les recomiendo no dejar de pegar la hebra con el palmero: les contará sorprendentes historias de migración que ocurren no sólo en sentido este-oeste (España-América) sino también norte-sur (Azores-Cabo Verde). Hay más, aunque no siempre honorable para nuestro anfitrión. Síganlo, si les apetece, en la próxima entrega de ¡A mí, plin!

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Yu Long

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En la esquina de la calle Martín de los Heros con Ventura Rodríguez hay una antigua tienda de ultramarinos regentada ahora por chinos. La moza que despacha es una belleza angelical oriental de edad indefinida, un pedazo de hembra macizorra con pinta muñeca delicada de color terciopelo amarillo. Habla un más que correcto castellano y debe rondar los cuarenta tacos, porque nos comentó en una ocasión que tenía una hija que iba a la universidad. Es muy maja, o como se diga en chino. Sospecho que más de uno va a comprar chucherías o bebidas al local sólo por entablar conversación con esta mujer encantadora y atractiva que, como diría nuestro amigo Mercado Navas, está para entrar a vivir en ella. Está muy buena, es simpática, agradable y cálida, casi la antítesis del chino/a español/a al uso, al menos ése al que identificamos dentro del tópico de persona endogámica y distante. Pero no quería hablar de esta mujer, sino de los chinos afincados en Madrid en general, y de Yu Long en particular, el restaurante chino de Plaza de España, el único y genuino. Sí, el del subterráneo, ese que todo el mundo dice conocer y que todos comentan que despacha comida china “de la de verdad”. Pero en realidad la mayoría no lo han pisado en su puta vida o han entrado una vez con miedo y cara de asco. A lo largo de los años hemos llevado a mucha gente allí, y la mayoría no suelen yulong2mostrarse muy cómodos, para mi regocijo. No suelen volver o incluso algún gilipollas venido a más lo ha calificado abiertamente como tugurio. Bendito tugurio si esta clase de público no entra. Gilipollas.

Yu Long pronto pasará a mejor vida. Puede incluso que ahora mismo lo estén cerrando. Me dan ganas de llorar de pensarlo, y eso que casi nunca lloro, no me sale. El fin de una época que no ha sido feliz, como casi todas, pero que allí, a ratos, si lo fue un poco. Las obras progres para endulzar Plaza de España acabarán pronto con este lugar que es uno de los nuestros en sí mismo, tanto por su escenario como por sus personajes. Está situado en el pasillo de entrada a un aparcamiento. Mucho glamur rancio, demasiado para piojos puestos de limpio como vosotros. Da la impresión de que allí nos han dejado en paz por un rato, que como es un lugar en teoría poco atractivo la gente no va a venir a darnos la tabarra. Es, ha sido, un refugio. Lo conocimos tras leer un artículo de Fernando Point en “El Mundo”. Fernando Point es uno de los pseudónimos de Victor de la Serna, que también firma artículos sobre baloncesto como Vicente Salaner (la columna “Hasta la cocina”, curiosmente sobre baloncesto, no sobre cocina, era antológica). De la Serna destacaba lo genuíno de este restaurante de chinos para chinos, que aportaba platos más allá del rollito de primavera o el pollo con almendras a granel. Recuerdo que decía que lo único en lo que se parecía al resto era en la utilización a saco del glutamato. Ni cortos ni perezosos entramos al lugar.

Al principio esperábamos cola para comer en las mesas, casi siempre llenas y para las que hay que esperar un largo rato. El local es muy pequeño y está dotado con apenas diez o quince. Observamos que muchos chinos entraban directamente y se sentaban en la barra sin esperar turno. Allí comían cosas extrañas. Las cartas del restaurante estaban en su mayoría escritas en chino. Tenían alguna escrita en cristiano como Dios manda, pero no nos enterábamos de nada de lo que pedíamos. Nuestros platos oficiales fueron desde el principio vermicheli y empanadillas. Alguna vez pedimos pollo con verduras y las menos una cosa llamada “pastel de año nuevo” que no parece un pastel ni por el forro. No sabemos en la mayoría de los casos lo queyulong3 sirven. Creemos distinguir sangre frita, sopicaldos diversos y extrañas verduras verdes fosforito.

Transcurrió el tiempo. Hace más de quince años que vamos por el lugar. La zona está habitada cada vez por más chinos. Leganitos ahora es un pequeño Chainataun lleno de peluquerías, restaurantes y pequeños bazares. Antes íbamos a un pequeño bazar a comprar chucherías a la entrada de Leganitos. Despachaban allí una señora China algo borde y su hija de menos diez años, que dominaba el idioma ejpañol como si fuera del foro. Nos caía bien la niña, pero con la llegada de la adolescencia se ha hecho cada vez más borde, como la madre, y hemos cambiado de bazar de confianza por el de la chica guapa de Martín de los Heros. Por el restaurante Yu Long han pasado un montón de camareras. La chica gordita simpática. La del tatuaje en el culo. La delgadita de la piel blanca, que todavía está, y que siento que le caigo bien cuando me sonríe, en su caso creo que no mecánicamente como el resto. Una vez me encontré a la camarera gordita que nos trataba tan bien en la calle, en la calle Princesa, y miró para otro lado cuando la saludé. La jefa es otra cosa. La jefa. La llamamos así porque después de tantos años de hablar con ella, de preguntarnos qué tal nos va, de reírnos, de charlar sobre la obra de la plaza, sobre la comida... aún no sabemos cómo se llama en realidad. Da igual. Tenemos trato de favor, nos cuela cuando llegamos y está muy lleno, aparta a la gente en la barra con malos modos para hacernos huecos. Nos sentimos un poco de la familia allí. El marido de la jefa, deducimos que es el jefe y marido aunque jamás les hemos visto tocarse ni casi mirarse, siempre nos sonríe y nos trata de maravilla. No hemos charlado con él, parece más tímido que la jefa y no es cuestión, la distancia que guardamos con él creo que le resulta cómoda. Aunque últimamente les veo a los dos un poco más tristes, desde que se anunció la puta obra. Ya les hemos dicho que iremos a donde vayan, que no cambiaremos de chinos de confianza ni de coña. Creo que nuestras preguntas reiteradas sobre dónde van a trasladarse les provoca ternura y extrañeza, importarle a alguien de verdad lo que te pase debe ser agradable, sobretodo cuando a la cantidad de progres y gilipollas esnobs nacionales que entran al restaurante es evidente que les importa una mierda lo que les pase.

En mi barrio, en la calle Villaamil, había una tienda regentada por un chino con una mano deforme desde hacía casi dos décadas. El chino manco. Era simpático, aunque casi ni se le entendía. De un día para otro estos chinos fueron sustituídos por otros, que tuvieron que contratar a una dominicana porque les era imposible entenderse con los clientes. Del chino manco nadie sabe nada, dicen que volvió a China. Un día de repente se largó y punto. Y eso que tenía un hijo que hablaba como el mismo acento pasota que cualquier yulong6adolescente del barrio. También hay un Mega Hyper chino en Valdemoro, junto a la carretera de Andalucía, donde robamos de vez en cuando baratijas. Es como un Corte Inglés pero si cabe más cutre que el antro de Areces. Había hace unos años otro Hyper enorme en una nave industrial. Una noche se declaró un incendio dentro. De dentro salieron corriendo varias familias chinas, que dormían allí.

El otro día fui a comprar al DIA de mi barrio. Delante de mí, hacía cola para pagar una chica china de edad indefinida. Al llegar a la caja le pidió al dependiente que le sacara cinco botellas de whisky, cinco de ginebra, de las que guardan bajo llave para que no se las roben los dominicanos de las bandas, y también solicitó una gran cantidad de cajas de condones. Madrid está lleno de pisos de prostitutas chinas. No me gusta follar de pago, al menos de pago directo (folla pagando, al final acabas ahorrando), así que no conozco esos antros, de los que se hablan auténticas odiseas y barbaridades. Dicen que las chinas ejercen de putas en las peluquerías si les pagas un pequeño suplemento. El mundo del “final feliz”, un universo legendario. Cuentan que las chicas viven en semi o en total esclavitud vigiladas por garañones chinos mal encarados que son capaces de matarlas y enterrarlas en el Cobo-Calleja. Muchas de estas chicas están cañón, pero los nacionales no tenemos acceso a su amor, no os engañéis, prefieren a cualquier macho chino borde y feo que a vosotros, bordes y feos también.

Me da la impresión de que detrás de sus sonrisas los chinos nos desprecian, profundamente. Que nos hacen la rosa de caramelo para atraernos hacia sus baratijas. Aunque hay veces que me da la impresión de que la jefa de Yu Long o la chica guapa de Martín de los Heros se vendrían con nosotros al cine si nos diera por insistir un poco. Al menos en estos dos casos dan la impresión de sentir curiosidad por nosotros como nosotros la sentimos por ellas. La chica de Leganitos nos pregunta por los que faltan si vamos a comprar sin alguno de los integrantes de nuestra trup. Sobretodo nos pregunta por Rodrigo. Yo creo que le parece atractivo. Se lo decimos a Rodrigo y se ríe. Ella no sabe que él es gay. yulong4La vemos un par de minutos y dan ganas de decirla que se venga a tomar unas cañas. Se ve que hace esfuerzo por hablar. Dice nuestro amigo profesor de idiomas Mercado Navas que el chino es dificilísimo, y que no hay profesores titulados en España que lo impartan, ni metodología para darlo, y viceversa. Pero esta chica y la jefa de Yu long hablan de puta madre el cañí.

Últimamente también vamos a un japonés que han puesto bajo la Torre de Madrid. Sirven pescado frío crudo y platos fríos algo desagradables. Frío frío, puramente japonés. Pero a la gente le gusta, porque el esnobismo es así, comen panga de piscifactoría de aguas contaminadas y lo saborean diciendo que qué rico está el atún rojo. Los pringaos de siempre. Es posible que este viernes vayamos a Yu Long y esté cerrado. Y puede que nos enteremos preguntando a los chinos del lugar dónde se han trasladado, o que desaparezcan para siempre sin dejar rastro. Vermicheli y empanadillas, o como se llamen. Pollo con verduras. Pastel de año nuevo. Y también sirven churros en la barra. Preguntamos qué eran al verlos, por si sabían a pollo o a algas, o a detergente, y nos contestaron: “pues churros, ¿qué van a ser?”. Cuando pasamos por la acera de Plaza de España frente al edificio del mismo nombre ahora en obras y sale ese olor característico a comida de no se sabe qué rendija de ventilación del parking nos sentimos seguros porque sabemos que ellos siguen allí.

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