cafrelengua
  • Home
  • Noctámbulos
  • Mercado Navas
  • Cafrelengua

Leer

leer1

Viendo por televisión unos retazos del trámite de la toma de posesión de los nuevos diputados (no esperen Vds. que me sume a la legión biempensante de los que añaden la inane coletilla "... y diputadas") sentí vergüenza ajena al comprobar el amargo trance por el que pasó la representante más joven del hemiciclo a la hora de pronunciar los nombres de sus compañeros de escaño.

leer2Puedo admitir que nuestra sociedad 'plurinacional' dé a luz apellidos difícilmente pronunciables a la primera como los Agirregomezkorta o los Mascollell; sin embargo, no parece de recibo que una letrada (quién lo diría...) se trastabille sistemáticamente ante identificativos como 'Pablo Iglesias Turrión' o 'Mariano Rajoy Brey'.

Tampoco me vale la típica excusa de que se trataba de un estreno en tan magno altar de la democracia ante lo más granado de la clase política del Estado y, encima, retransmitido por radio y televisión. Insisto en que esta excusa no la acepto pues la señorita de marras tuvo más de cien ocasiones para demostrar una mínima pericia lectora.

Y es que leer, lo que se dice leer, se va convirtiendo en una habilidad cada vez más rara. Leer significa ser capaz no sólo de descifrar un código sino de interpretarlo. La lectura en voz alta implica, por añadidura, estar en condiciones de dar voz a un texto con una entonación y un ritmo determinados.

A  leer en voz alta se aprende desvinculando el cometido de los ojos. El derecho se fija en lo que viene y anticipa lo que el izquierdo deberá aconsejar como mejor traducción de lo escrito. Lo que se pronuncia y entona no constituye, pues, sorpresa alguna sino más bien el resultado de una primera interpretación textual.

leer4Un sobrino mío aprendió a leer naturalmente antes de ser escolarizado. Tuvo la suerte de tener una abuela que, amén de ser una fantástica maestra vocacional, le diseñó un método ad hoc para que el chaval restituyera textos como si de registros orales originales se tratara. Pues bien, cuando al chico le correspondió, por fin, 'aprender' a leer en el aula, se volvió para casa de su abuela y, exultante, le anunció que ya sabía  'leer como todo el mundo' y que se lo demostraría inmediatamente. Tomó un periódico, eligió el primer texto que le salió al paso y... se entregó a una lectura silábica.

Ante el estupor de su abuela, él juró y perjuró que eso que acababa de perpetrar era lo que 'la señorita', complacida, había definido como 'leer'. Lo que él ya sabía no era leer sino 'hablar'.

Multipliquen Vds. esta aberración pedagógica por no sé cuántos miles de aulas en un país donde, en muchos casos, la lengua oficial común a todos los territorios se ve relegada a una incomprensible condición de comparsa en regiones con lengua cooficial. El resultado no puede ser más calamitoso y deplorable. Mujeres y hombres públicos que mezclan empobrecidas competencias en una y otra lengua, que se las ven y se las desean para descifrar textos (de interpretar ni hablamos..). Y que pronto, ¿se apuestan algo?, no sabrán ni hacer la 'o' con un canuto (o con el apéndice tecnológico que más se le parezca).

Imprimir

*Fútbol es fútbol

futbol1
Aunque parezca mentira, la frase que resume lo que significa el deporte rey en lengua española la pronunció un antiguo entrenador yugoslavo del Real Madrid, Vujadin Boskov. No es del todo gramatical puesto que le faltaría, como mínimo, un artículo masculino singular al principio pero la damos por buena sobre todo porque no hay otra mejor para encabezar esta primera referencia al español del fútbol en nuestro Cafrelengua.

futbol2Por primera vez también, no vamos a hablar del uso que de la lengua de Cervantes hacen los hispanófonos de pura cepa sino todos aquéllos que el balompié ha atraído a nuestro solar patrio. Y les puedo asegurar que, en este ámbito, hay ejemplos de hablantes de todo tipo y para todos los gustos.

Empecemos, si les parece, por constatar lo que se me antoja irrefutable: los mejores hispanohablantes adoptivos son, por este orden, los portugueses, los brasileños, los rumanos, los originarios de la antigua Yugoslavia y los alemanes. Como honrosas excepciones apuntamos los casos de los rusos Valery Karpin y Aleksander Mostovói y del búlgaro Lubo Penev. No computamos como castellanohablantes excepcionales en el buen sentido a los futbolistas extranjeros que llegaron adolescentes a España y desarrollaron toda su vida deportiva en nuestro país.

futbol4Llama, pues, particularmente la atención que balompedistas que tienen como lengua madre una lengua hermana como el francés o el italiano sean manifiestamente incapaces de expresarse con un mínimo de corrección y riqueza en nuestro idioma. Creo que esto se puede explicar fácilmente por el hecho de que no lo han estudiado nunca y se conforman con comunicar. Especialmente graves encontramos los casos de Zinedine Zidane o Karim Benzema. El primero tiene una mujer española, vive en Madrid y sus cuatro hijos hablan perfectamente español. El carácter reservado de Zizou ha podido resultar fatídico para su ínfima competencia. El calamitoso nivel del segundo puede explicarse por su origen humilde y sus nulas aptitudes académicas. Entre los francófonos, no quisiera dejar de mencionar a Luis Fernández, francés de Tarifa cuya principal característica como hispanohablante consiste en desplegar una asombrosa mezcla lingüística que se resume en aplicar la norma francesa con vocabulario español y acento andaluz. Cuando el susodicho ejercía como entrenador en España, no pocas veces grababa yo sus intervenciones en los programas deportivos para reproducirlas en clase y que los alumnos detectaran toda la gama de galicismos que en ellas se concitaban.

futbol5Los peores hispanohablantes futbolísticos son, en absoluto, los que tienen el inglés como primera lengua. Pasan años y años para que se decidan a conceder una entrevista en español y, cuando lo hacen, es para echarse a llorar. Ello podría demostrar no sólo y hasta qué punto los anglohablantes están habitados por la suficiencia lingüística de ser sabedores que dominan la lengua del Imperio sino también la poca reflexión a propósito de su propio idioma que se debe de proponer en las aulas de los países de la Commonwealth.

Todos estos señores nos sirven como medidores de qué es lo más difícil de interiorizar en el manejo de nuestra lengua: las diferencias entre ser y estar, entre para y por, el empleo del subjuntivo, la pronunciación de la r doble, de la j y de la z.

Pero qué placer escuchar a un extranjero gritar '¡Toma!' cuando mete un gol con su selección...

Imprimir

Más catalán

Todos sabemos que las lenguas que están en contacto entre sí acaban por contaminarse mutuamente. Esta contaminación puede ser el resultado de una serie de maniobras impositivas desde las esferas del poder. Como ejemplo característico, vamos a tratar en estas líneas de las consecuencias en el castellano de la política de inmersión lingüística en catalán practicada por la Generalidad de Cataluña.

catalan5Vaya por delante que no comparto que una política de restauración lingüística en su ámbito natural sea utilizada como ariete para conseguir unos fines que no sean estrictamente socioculturales. Deben Vds. saber que tampoco veo con buenos ojos que la lengua oficial del Estado se vea arrinconada por el catalán en la enseñanza pública de esta región. Amén de los resultados que, junto a otras estrategias, ello ha producido, es mi propósito denunciar aquí y ahora los efectos perniciosos que dicha inmersión en catalán está produciendo en el castellano de los medios de comunicación estatales, único espejo en el que se mira la mayoría de los hispanohablantes.

En la prensa española siempre ha habido una parte nada desdeñable de profesionales catalanes. Durante mi infancia y mi juventud, el modo en que se los reconocía era su acento, el aspecto más inevitablemente influíble de una lengua por contacto con otra. Por la mera razón de que se trata de una variable tan fisiológica como lingüística, poco podemos reprocharles a los castellanohablantes de la catalanofonía (Cataluña, Aragón oriental, País Valenciano y Baleares) si no son capaces de deshabituar sus órganos de fonación a la impostación propuesta por el catalán (más palatal y retrasada en la caja de resonancia de las cavidades bucal, nasal y craneal).

catalan2Sin embargo, de un tiempo a esta parte, constato que la llegada de jóvenes periodistas catalanes y, en general, de las nuevas generaciones de hablantes de catalán que hacen oír su voz en los distintos medios de comunicación de masas en castellano está degradando de manera acelerada la lengua española más extendida. Los ataques más peligrosos que sufre la lengua de Cervantes se refieren a los ámbitos gramatical y de vocabulario. Vayan unos ejemplos:

. haber con valor de existir: *Han habido muchos errores.

. *todo y que con valor de aunque: *El Barcelona jugó un mal partido todo y que acabó ganando.

. *de sobras por de sobra

. *pertocar por corresponder.

. *reseguir por seguir. *Para llegar a la ventanilla que le pertoca, resiga la flecha.

. *como más-menos por cuanto más-menos: *Como más estudia, mejores notas saca.

. *como que por como modal: *Como que no estaba centrado, lo pillaron en varios renuncios.

catalan4Recuerdo un capítulo de Españoles por el mundo. Entrevistaron, en un momento dado, a dos catalanes que llegaban en avión del Extremo Oriente.

- ¿Qué habéis traído de recuerdo?

- Unas muñecas de porcelana.

- ¡Qué bonitas! ¿Cuánto os han costado?

- N euros. *¡Pero las hay de más caras!

- [Incomprensión del entrevistador que debió de pensar: ¡qué tendrán que ver las caras con el precio!] [...]

- [Reacción de los catalanes] *Sí, las había de 200$, de 500$, de 1 000$...

Huelga decir el desaguisado que puede formar una simple preposición de mal empleada en castellano...

Así nos va. A los unos y a los otros. Me pongo en el lugar de los hispanohablantes no peninsulares al contemplar el extraño español que vamos pariendo en la Península. Como dirían en México: Ni modo.


Imprimir

lanochemasoscura