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Diálogo

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Les voy a confesar que ésta es una de las colaboraciones que más me ha costado arrancar y, quizás también, la más inevitable, acostumbrado como está uno a intentar arrojar luz a los asuntos que nos acucian.

La guerra en Europa ha vuelto y ésta de Ucrania me pilla al cabo de un carrusel de calamidades que comenzaron con la crisis económica de verano del 2007 y prosiguieron con las mal llamadas Primaveras árabes, el expansionismo del Estado Islámico y la pandemia de la que aún no hemos salido.

dialogo2Sé que hubo y sigue habiendo otros conflictos tanto o más graves en el mundo (Eritrea, Somalia, Yemen, etc.) y que están latentes muchos más debido, esencialmente, a los desequilibrios de todo tipo que provoca la civilización que conocemos. Sin embargo, reconozco que la invasión de Ucrania por Rusia me provoca una infinita tristeza y una enorme sensación de impotencia.

Me deprime comprobar que hay todavía insensatos con un enorme poder para imponer su visión de las cosas a costa de aniquilar todo lo que se interpone en su macabro camino. Con todo, lo que más me frustra es contemplar el patético tropismo de los millones y millones de acémilas que acaban por validar la catástrofe.

Ante la escalada de violencia a la que estamos asistiendo en la guerra que están librando Rusia y Ucrania, son legión los que se dicen pacifistas y-o antimilitaristas. A este respecto, es curioso comprobar cómo éstos sólo pueden manifestarse libremente en el ámbito de los Estados no autoritarios. Aquéllos que han intentado hacerlo en el marco de regímenes dictatoriales ya han sido arrestados. Así que demasiados pacifistas del llamado 'mundo libre' consideran que la guerra debe cesar a toda costa y que su culpa recae directamente en los ucranianos, que apostaron por intentar dotarse de un régime político democrático y liberal.

En último término, los culpables seríamos los occidentales a los que nos respetan nuestros derechos por haber 'contaminado ideológicamente' a los ucranianos.

dialogo3Según estos autodenominados pacifistas y antimilitaristas, lo que ha de imponerse en el mundo es una especie de fatalismo político-geográfico por el cual los ciudadanos nos tenemos que contentar con el régimen que nos haya correspondido en el Estado en el que hayamos visto la luz.

Llama la atención que estos pseudo pacifistas-antimilitaristas estén generalmente a favor de que los países ricos abran de par en par sus fronteras para acoger a todos aquellos inmigrantes que busquen entre nosotros un futuro mejor. O sea que un subsahariano tiene todo el derecho del mundo a establecerse en Occidente pero un ucraniano no puede aspirar a vivir en democracia.

Sorprende igualmente que los abanderados del 'haz el amor y no la guerra' no se acuerden tampoco del futuro que les espera a todas la minorías que tan ardorosamente defienden en nuestro ámbito: las mujeres maltratadas, los homosexuales, los veganos, los animalistas, etc. Es como si, a sus ojos y por ejemplo, la mujer iraní no fuera digna de perseguir los mismos logros que los que las nuestras han ido alcanzando.

dialogo4Una de las estrategias que más están haciendo valer estos señores es la del diálogo. Dialogar es la intermediación a la que se refieren dos personas civilizadas para solucionar un conflicto sabiendo que entraña por ambas partes una cesión de pretensiones. Pero, claro, esto supone que dichas personas estén formadas en ese juego. Un hombre no puede dialogar con un león, una madre con un niño de 3 años, un demócrata con un déspota. Sencillamente porque no comparten los mismos esquemas.

De modo que nuestros pseudo-pacifistas pretenden que los ucranianos apuesten por el diálogo, lo que significa ceder a todas las pretensiones del tirano al que se enfrentan. Y, así, renuncien a todas esas veleidades que sólo pueden ser el privilegio de aquéllos que se lo aconsejan.

A mí, lo que me gustaría es que, si tan dispuestos están a dialogar, que sean ellos los que envíen una comisión al Kremlin y, tras pedir perdón por todas las ofensas y provocaciones de Occidente, que dialoguen para concluir que Ucrania debe olvidarse de ser un Estado soberano.

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