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Perder

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El mamífero humano no está programado para perder pero quizás sea ésta la cosa más importante que deba aprender a lo largo de su vida para seguir campando.

perder2Perder afectos, perder salud, perder dinero, perder para ganar, para salvar el honor o la dignidad, para hacer feliz a quien se quiere de verdad. Aprender a perder, encajar las derrotas sublima nuestra condición y, muchas veces, nos conduce, a medio y largo plazo, a ganar. Ganar en autoestima, ganar en reconocimiento, ganar en tranquilidad, en paz de consciencia.

Nos pasaremos la vida aceptando la pérdida para prepararnos también a saborear mejor las victorias y la dicha que procuran. A veces, ésta tan sólo viene de tener presente que no se ha perdido, o perdido demasiado, durante una temporada.

Sólo sabiendo perder estaremos en condiciones de apreciar lo que significa no perder e, incluso, ganar.

Los hay tan instalados en lo del guardar la ropa que le llegan casi a tener miedo a ganar por el riesgo que conlleva tener que acabar perdiendo lo que se ganó. Yo les aconsejaría que se olvidaran de ello pues, al final, lo perderemos todo. Hay que disfrutar de lo ganado pues su caducidad puede revestir mil formas.

perder3Pensándolo bien, esto de perder es bastante relativo. Teóricamente, sólo se puede perder aquello de lo que se ha gozado, indepedientemente de que se haya batallado o no para conseguirlo. Es por ello por lo que, de entrada, pierde menos aquél que menos peleó por conseguir lo que disfrutó o no saboreó suficientemente mientras estaba a su disposición.

De este modo, perder se vuelve, en la mayor parte de los casos, una cuestión de interpretación subjetiva. Si conseguimos acotar esta percepción, pocas serán las pérdidas que nos afecten y las que subsistan y nos pesen serán aquéllas que, de alguna manera, no hagan sino recordarnos lo felices que pudimos llegar a ser en un determinado momento de nuestras vidas.

Si somos capaces de reconvertir estos momentos de felicidad perdidos y la nostalgia que acarrean en palanca para sentirnos mejor en el sentido en que debemos estarle agradecidos a nuestra vida el que nos hayan sido dados, estaremos en condiciones de ser un poquito más felices en el presente y más dispuestos a aprovechar lo bueno que vayamos construyendo o recibiendo de la fortuna.

perder4Y como una reflexión nunca está suficientemente documentada sin indagar en el origen de la palabra que la suscita, deben Vds. saber que perder proviene del latín perdere, palabra, a su vez, compuesta por el prefijo perfectivo per- (que aporta el significado de completamente) y el verbo dare, que no necesita traducción pero que, en este caso, se convierte en -dere por el fenómeno de la apofonía (una vocal breve, en este caso la a, cambia de timbre al anteponérsele un prefijo u otra raíz léxica).

O sea que la carga semántica inicial de perder es la de darlo, entregarlo todo. Un valor que seguimos encontrando en expresiones como perder el tiempo.

A estas alturas, tan sólo espero que no lo hayan Vds. perdido leyendo estas modestas consideraciones alumbradas en las profundidades del verano

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