daniel

Yo también entiendo a Hitler

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Y entonces sentí ese negror con forma que podía tocar con la mente. ¿Qué había antes del tiempo? ¿Antes de la nada? Y entonces me dolía la cabeza, sentía un calambre que venía desde el cerebelo y podía PERCIBIR aquella forma oscilante cuadrangular y perfectamente redonda, densa hasta más no poder. O a lo mejor solo era una polución nocturna. O no.

No podía avanzar en mi novela inmortal porque tenía que trabajar a veces hasta doce horas seguidas. Camarero. Escoria. Álex me dice que tengo mal configurado el ordenador y que tengo que instalar las actualizaciones,hitler2 me lo cuenta desde Nueva York y aquí son las cuatro de la mañana y le digo que mejor me voy a acostar ya. Entonces al día siguiente no tengo fuerzas para llevar a Martín al colegio y me siento tan mal que duermo hasta las doce. Y me levanto y tomo un café con mis padres y mi hermano. Pero María me llama contándome que se ha llevado el coche y tengo que coger el autobús. Parece enfadada. Pero la tarjeta no tiene saldo, así que tengo que esperar media hora la cola en el banco para cargarla. Y me olvido de escuchar los audios del grupo de guasap de los que escriben. El Dépor baja a Segunda. Y casi llego tarde a trabajar y no veo la hora de que llegue mi día libre para descansar. Y mi vida va transcurriendo mientras soy incapaz de hacer nada útil con ella.

Son más de las tres de la mañana. Voy a entrar en la ducha. Me cuentas que mañana es el cumpleaños de tu padre, que lleva muerto un año.

Drogas blandas. Drogas duras. Drogas intermedias.

No sois Dios. Ni siquiera sois vuestros dioses. Pero creéis que sí. Creéis que por mataros en los gimnasios y que por hacer esas dietas absurdas podéis elegir aplazar vuestras muertes. Nada os librará del cáncer ni del dolor ni de la desesperación ni del olvido ni de la nada. Nada. Solo muerte
blanca
líquida
hermosa.

Llamadas de esos mejores amigos que nunca llaman.

hitler3En Alcohólicos Anónimos de Coruña tienen una pequeña biblioteca con libros cojonudos que supongo ya nadie se llevará a su casa. También hay una máquina de café y una televisión encendida en un canal de noticias. Y hay trofeos en las vitrinas del equipo de fútbol de Alcohólicos Anónimos de Coruña. Supongo que cuando ganen el partido no se irán por ahí de cañas.

Fernando me pedía zumo natural de naranja recién exprimido. “Porque sino pierde sus propiedades”, decía siempre. Tenía setenta y cuatro años. Podía hacer veinte flexiones y llevaba una dieta tan estricta que te preguntabas si le valdría la pena. No fumaba. Se tomaba algún albariño o algún chupito muy de vez en cuando. Murió casi de repente, en poco más de una semana. Te quedabas acojonado cuando veías a aquel viejo bailando al son de la música dando brincos como un veinteañero. Había recorrido toda España viviendo un poco del cuento. Tenía una especie de puesto diplomático como profesor de nosequé. Había acompañado al expresidente Zapatero en varios viajes. El cáncer se lo comió en unos días, al muy gilipollas.

Los hermanos Panero autodestruyéndose en la tele para regocijo de todos esos esnobs que jamás han podido escribir ni un verso. Muerte y soledad. Los poetas siempre fracasan. Y nada más. Olvido. Ovidio.

hitler4El contertulio habla de “las mujeres” y no sé si realmente pretende referirse a todas ellas. Además de una chorrada es de una pretenciosidad increíble que solo demuestra que efectivamente es tan tonto como parece. Se erige en su defensor. No sé de qué. Dice que todos tenemos que ser feministas. No sé a qué cojones se referirá. No sé si también quiere representar a esa madre que tiró a su hijo recién nacido a un contenedor de basura. Ni a esa otra que asesinó a todos aquellos viejos a los que cuidaba. No sé si también se refiere a esas hijas de puta cuando habla de “las mujeres”.

Máquinas que cada vez son más inteligentes. Personas que cada vez son más imbéciles.

Mi abuelo tiene noventaiún años. Dejó de fumar hace unos veinte. Se ha bebido varias cosechas enteras. Los cubatas se los tomaba ya mezclados en una botella de dos litros de Cocacola. Mi abuela se los dejaba preparados en la nevera. Él no podía beber alcohol. Mi abuela lo justificaba diciendo que eso no le podía hacer daño porque "solo son cubalibres, non lle fan mal". La recuerdo con su gorro de flores sonriendo en la huerta. Siempre sonriendo. Nos daba café a mi hermano y a mí en cuanto mis padres nos dejaban a su cuidado. Café solo con achicoria. No he vuelto a probar un café tan bueno.

Cuando tenía dieciséis años pensaba que renovaría la literatura por completo. Ahora, con 39, sigo pensando lo mismo.

La gente está indignada porque el juez solo sentenció a nueve años de cárcel a los retrasados esos de La Manada. Consideró que había abuso sexual y no violación. ¿Cuál es la diferencia? Nadie lo sabe. ¿Qué más da? ¿A quién coño le importa? No os importan mucho las adolescentes que se prostituyen del piso de al lado. Ni las niñas rumanas sin futuro. Ni los derechos laborales de los currantes del bar de abajo. Tampoco parece que os importen mucho los niños esclavos de China y Pakistán que cosen vuestros tenis y fabrican vuestras pleiesteixon. Os importan una mierda. Oposiciones amañadas, el calzoncillo manchado de mierda, funcionarios nombrados a dedo, palabras en español que significan lo mismo que esas que usáis en inglés, sobres con dinero, viajes de novios a París, volquetes de putas, talleres de escritura, tiros por la espalda, el último disco de Vetusta Morla, el presidente del Gobierno al mando de una red mafiosa, montañas de farlopa. Y el premio Planeta.



hitler5Meteos vuestros viajes a la India y vuestras fotos con los niñitos negros por el culo. Meteos todas esas experiencias que habéis aprendido de otras culturas en el puto culo. Meteos vuestro budismo, la Semana Santa y el Ramadán por el culo. La rata enferma supura festivales de Eurovisión y galas de OT. La mosca en el cristal. Frotándose las patas. Interponiéndose entre mi y la realidad. La mosca. La mosca de mi consciencia. Frotándose las manos. Me froto en tus tetas. Mi polla en tus tetas. Paja cubana.

Os importa mucho que salven a esos negros que mueren ahogados en el Mediterráneo. Negros de mierda. Os importa mucho que nos quedemos sin más vendedores callejeros de cedés. Vendedores negros. Os importa mucho que perdamos peones o camareros negros, en el mejor de los casos. Negros. Con sus ropas de colores y sus ojos y dientes blanquísimos. Puta mierda.

Cuerpos blancos bajo nuestros pies. Blandos. Que se van deshaciendo hasta ser tierra. Hasta ser nada. No importan ni todo el dinero ni todo el perfume contra la podredumbre. El fin.

“Voy a llamar a todos los mosquitos de la selva para que te chupen la sangre y a todas las abejas para que te piquen en el culo”. Me dice mi hijo con los ojos llorosos. “Y además ya no te voy a querer más”. Da en el clavo con mi punto débil. Me traspasa con sus mirada marrón
Tan
Viva
Tan
Llena
De
Futuro.

Todos esos subnomales en el Museo del Prado.

hitler6La agricultura ecológica triunfa porque se basa en lo que todo lo demás: en el egoísmo. Creéis que sois mejores porque podéis pagar esas frutas carísimas que presuntamente son fenomenales porque harán que vuestros cánceres lleguen mucho más tarde. Os creéis estupendos porque los demás no pueden permitirse gastarse ese dineral en verduras no tratadas con pesticidas, que son sanísimas para vuestros cuerpos blanditos, tatuados e insulsos, cuerpos idénticos entre sí, sin personalidad, como vuestras mentes. Jodidos payasos. Yo también entiendo a Hitler. No hace falta ser muy listo. No hace falta ser Lars Von Trier o como cojones se escriba. Creéis que vuestros organismos serán más saludables que los de esos peruanos que hacen cola en el Macdonals. Os creéis más guapos que esos senegaleses que venden cedés. Os creéis muy ecologistas y muy guais y montáis grupos con nombres incomprensibles y cantáis vuestra mierda en inglés rasgando la voz y en el fondo vosotros también sabéis que
solo
sois
puta
mierda.


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