El SEPE no existe

El motel Marte es una especie de follódromo en la N-VI, la carretera a Madrid donde hay un puticlub cada diez kilómetros. Las críticas de Internet lo ponían de puta madre, que si excelentes instalaciones, que si lujo total, que si no sé qué... Así que abandonamos la cómoda rutina de nuestro motel de cabecera ilusionados con las jugosas reseñas... Hablamos con la recepcionista sin verle siquiera la cara y, al entrar allí, nos dimos cuenta de que todo era demasiado sexual. Un gigantesco cristal sobre una enorme cama de dos por dos hacía de lúbrica carta de presentación. Los muebles estaban pintados de rojo pasión, como los labios de una puta. Había una cabecera enorme a la que te podías agarrar, una especie de silla para follar de látex también rojo. En la mesilla hojeamos un catálogo de vibradores, bolas chinas, lencería y demás juguetes sexuales. Solo faltaba el catálogo de putas. Y después estuvimos viendo la carta de pizzas y sándwiches. Un televisor gigantesco con doscientos canales porno ameniza la velada en las lujuriosas instalaciones del motel Marte, que también tiene bañera con hidromasaje y te regala un condón. Lo que pasa es que en nuestro motel Campestre de siempre, así como más familiar, decorado con cuadros de Klimt, Matisse y Dalí, te regalan dos condones.
Puedes hablar con Dios a veces, con suerte. Pero no puedes hablar con el Sepe. El Inem no existe, ahora es el Sepe. Dios no existe, ahora es el Sepe. Dios Sepe. Divinidad de los parados y los desahuciados. Madre Sepe de todos los desamparados. Cofradía de los dolores del Sepe de los funcionarios expulsados. El Sepe te vigila, te observa desde las alturas. Toma escrupulosa nota de todos tus movimientos, te monitoriza, te juzga y emite sentencia.
La madre de la niña que va a la guardería con Roque me cuenta lo apasionante que le parece el método Montesori mientras yo pienso en que tengo que comprar condones. La desesperación de las trincheras, las madrigueras inmundas del apocalipsis. Churchill dejó morir de hambre a más de tres millones de seres humanos en Bengala. El ustacha Pero Brzica asesinó a 1.360 personas en una sola noche en el campo de concentración de Jasenovac. Las aberraciones indescriptibles de los japoneses en la Segunda Guerra Mundial. Pensar, por un instante, en lo bueno que hay en las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. Habría que preguntarle a los hombres diseccionados vivos por el escuadrón 731 qué opinaban al respecto.
El Sepe es muy útil ya que gestiona la miseria de una forma brillante. Con casi diez mil empleados y un presupuesto de treinta mil millones de euros hace que realizar las gestiones por Internet sea una obra maestra de arte surrealista. El tiempo le hará justicia. No puedes ir a las oficinas del Sepe porque es imposible, porque el sistema no te da la vez o porque directamente esas dependencias no existen. Tenebroso Sepe. Una leyenda urbana cuenta que en una ocasión una persona encontró trabajo gracias al Sepe, pero no está demostrado. Los funcionarios del Sepe solo atienden bajo cita previa que jamás obtendrás. Los funcionarios del Sepe no se pueden mezclar con el resto de los mortales debido al protocolo activado con la gripe española de 1918, actualizado tras el coronavirus. Se cuenta en secreto que la orden de los Illuminati de Baviera fue creada por miembros del Sepe.
Saber que todas esas fotografías familiares y todos esos recuerdos acabarán un día en la basura. Tu colección de sellos, tus valiosísimos cómics, tus libros de ediciones inencontrables firmados a veces por su autor, tus novelas mecanografiadas... a la mierda. Mierda directa al contenedor. Nadie recordará quienes fuimos y desaparecerá nuestro recuerdo y todas nuestras posesiones. Ni siquiera parecerá que un día estuvimos vivos, hasta ese punto desapareceremos.
Y la litrona se me cae por la alfombra y sobre mis papeles del Sepe. Y sobre los poemas que una vez te escribí. No importa demasiado porque nunca leerás esos versos. Y porque jamás podré enviarle esos papeles al Sepe porque el Sepe no existe. El Sepe es una conspiración en sí mismo. El Sepe es una entidad ficticia a la que jamás puedes acudir. Nadie te atenderá jamás en el Sepe. Puedes morir intentando enviar una instancia al Sepe. Cuenta la leyenda que en sus enrevesados pasillos puedes encontrar millones de esqueletos que una vez fueron trabajadores despedidos que reclamaron la prestación por desempleo. Si Kafka escribiese hoy El Castillo esa obra se llamaría Sepe. Brujos de todo el mundo trabajan en remoto para el Sepe. El teletrabajo ha adquirido nuevas dimensiones con la incorporación de los hechiceros del Sepe. Las maldiciones y los conjuros son ya telemáticas y discordánticas. Isabel II de Inglaterra, la Bruja mayor, coordina al equipo del hemisferio norte.
Mi amigo Manolo siempre fue un poco raro, incluso un poco gilipollas. Chanel tiene un culo glorioso. Manolo escribe poesía vacía, que no dice nada, poesía para funcionarios en galego normativo enrevesado. Manolo llega bien a fin de mes y ni siquiera tiene algo que contar, lo que pasa que aún no lo sabe. Siempre que lo leo por las redes sociales contarnos al mundo lo bien que le va y los premios que gana recuerdo esa canción de Paco Ibáñez: "Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. Maldigo la poesía de quien no ha tomado partido, partido hasta mancharse". Todas las poesías del mundo languidecen ante un buen culo. Chanel y su culo valen más que todos los versos escritos. No hay artificios en un buen culo, es una verdad irrefutable e innegable. Cualquier poesía es nada ante un culo. Un culo desafía a Dios y al tiempo. Un culo es la pureza, la razón de existir, el universo condensado en un solo punto. Culo de Dios. La vida eterna. El sentido de la vida. Tu culo aceitado. Mi verga lozana. Beso negro. Beso blanco. Mi reino por un culo.
Entonces me di cuenta de lo feas que eran todas aquellas flores en la iglesia. Imaginé que quizás algún funcionario del Sepe estaba allí cerca de mí, en la iglesia. Y pensé que, a lo mejor, se compadecía al escuchar el sermón sobre el amor al prójimo y, entonces, quién sabe, podría revisar mi solicitud. O incluso podría llamarme por teléfono. Pero no, aquello no podía ser. Los milagros existen pero eso sería demasiado.
Mi exmujer revisa los mensajes que le envío a Martín. Es la persona con la que me casé, la persona a la que amaba. Pero un día descubrí que ya no la amaba. Y mi madre me dice que tengo demasiados problemas. Yo le contesto "¿quién no los tiene?" y le pregunto que qué quiere decir exactamente con eso. No entiende que quiera pasar una noche contigo. Una noche cada quince días más o menos, que es cuando podemos. Un Living Las Vegas. Claro que si podemos vamos más, si la pasta nos llega. No soporto cuando alguien se anda con rodeos. Me gustan las cosas directas. Me gusta la gente que habla claro. Es como la poesía, la de verdad.
La poesía de verdad solo dice lo que quiere decir, solo dice una única cosa, la que su autor quiso decir. La poesía no deja lugar a interpretaciones ni a elucubraciones. Si una poesía se puede interpretar de varias formas entonces no es poesía, es un conjunto de palabras, como la lista de la compra. Es como las personas. A mi me gustan las que son solo de una forma, no las que son diferentes personas según con quién estén. No me gustan las personas a las que hay que interpretar. Me gusta la gente auténtica. No me van los que tienen varias caras.
Cuando llegas al infierno lo primero que te preguntan es si estás inscrito como demandante de empleo y te encuentran una deuda con el Sepe. Entonces te dicen que el castigo se multiplica por dos debido a los intereses y todo eso, por no haberlo consultado antes con el Sepe. Y ellos saben perfectamente que es imposible hablar con el Sepe, porque no existe. Y entonces empiezan a reírse de ti y tú te quedas ahí ardiendo en la eternidad como un gilipollas. El castigo eterno, por ejemplo, es aún más insoportable cuando sabes que se te acaba de multiplicar por dos. Te cagas en la puta madre que parió al Sepe y lamentas no haberles prendido fuego en vida a todas las presuntas sedes del Sepe.
Solo pienso en sentir tus palabras y tu cuerpo, renovado en esa felicidad que eres tú.


Todos olvidarán quién has sido y tus apasionantes comidas de polla. Dentro de mil años no serás ni un suspiro. Serás la nada más absoluta. Dentro de mil años todos esos premios y todos esos títulos serán como el máster de Pablo Casado... tan solo una fantasía de mal gusto. El agua sucia del retrete asqueroso del bar infecto que salpica tu ano cuando el mojón se desprende de tu culo en el vacío y cae.
Soy gordo y calvo pero a lo mejor podría morir por ti. Y a lo mejor también podría ir a buscarte en mitad de la noche. Soy la sombra. Soy el solo de guitarra de esa canción de Link Wray. Soy el reflejo en la noche. Soy amigo de Mercado Navas. Kiko Matamoros. Votantes del PP. Este es un mundo donde, a lo peor, dentro de mil años la gente sí recordará quién fue Bertín Osborne. O Kiko Matamoros. Las putas y los chaperos más famosos de España trabajan en Telecinco. Telecinco, la cadena amiga. Tramonti Rosso a dos con veinte en Gadis. Telecinco, fábrica de bazofia. Telecinco, la cadena sodomita.
Votantes de Ciudadanos. La virgen del Rocío, una mierda seca, el twiter de José Manuel Parada, mis noventa y siete kilos, escolopendras que se me meten por debajo de la piel, la luna llena en verano, el olor de tu cuello, el sabor de tu cuello. Dale a tu cuerpo alegría Macarena que tu cuerpo es pa darle alegría y cosa buena. Dale a tu cuerpo alegría Macarena. Ehhhh, Macarena. ¡¡Aháa!! Podéis meteros por el culo vuestras felicitaciones de cumpleaños del feisbuk. Podéis meteros por el culo vuestras felicitaciones y vuestra jodida felicidad. Podéis meteros por el culo vuestros putos cumpleaños. Podéis meteros vuestros feisbuks por el culo.Y vuestras poesías frente al espejo y vuestras recetas de cocina y vuestras putas madres. Podéis probar a meteros a vosotros mismos por el culo. En casa teníamos guardada la esquela del periódico de mi abuelo pero un día la garabateé sin querer y ahora ya no sé si la tendremos. No sé si cuando mis padres mueran alguien va a tener esa esquela. ¿Dónde van a parar todos esos recuerdos, todos esos recortes? El purgatorio debe de ser el lugar donde van a parar.
Kiko Matamoros. Cada nueve minutos un niño es agredido sexualmente en Estados Unidos. Kiko Matamoros en Supervivientes. Votantes de Podemos, Niños muertos en horario de máxima audiencia. Telediarios graciosos. Guerras tan divertidas. Publicidad en los deportes. Casas de apuestas. Casas de putas. La novia adolescente de Kiko Matamoros. Armageddon. La biografía de Kiko Matamoros. La puta madre de Kiko Matamoros. El funeral de Kiko Matamoros. No tener nada que decir y aún así decir algo. Pelícuas snuff. El derbi sevillano. Gente de tu edad que se va muriendo. Gente de tu edad con cáncer. Cáncer de escroto. Coronado te parece sexy. Qué le vamos a hacer. Nadie es perfecto. Kiko Matamoros protege contra pulgas y garrapatas.
Tengo alguien que me quiere. Tengo unos padres que no me merezco y dos hijos maravillosos. Tengo varias guitarras y miles de cómics, mis libros, un ampli Marshall de cien vatios, un coche viejo y una hipoteca que pagar. Y listo. Mi ropa apilada en bolsas de plástico en una casa que no es la mía. La sensación de no tener un hogar y de no poder descansar del todo por las noches. Mi vida partida en dos mitades. También tengo dos años de paro y esa es toda la seguridad que hay en mi vida. Veinticuatro meses de prestación es toda la estabilidad que me queda. El resto es un abismo de incertidumbre que asoma a mis pies.
Acepté ir al loquero porque mi madre me lo pidió. Ella quería que fuese a Alcohólicos Anónimos pero yo le dije que no era necesario. Le cobró ochenta euros por cuarenta minutos de charleta; un negocio redondo. Valió la pena porque, a pesar de todo, ella salió muy contenta de allí. Es jodido cuando tu familia prefiere pagarle a un un psicólogo para que le diga lo que tú ya sabes: que no estás loco. Ojalá lo estuviera. Mi problema es que estoy demasiado cuerdo. Ochenta euros por una bonita retahíla de consejos, lugares comunes y frases al estilo Paulo Coelho. No me contó nada que no supiera. Pero mi madre se marchó de aquella consulta feliz y para mi, solo por eso, la clavada mereció la pena. Lo mejor es que mi madre me llevó allí medio engañado porque el tío era el loquero de Alcohólicos Anónimos. Se apresuró a corregirme que ese no era el nombre de su unidad de trabajo, cuyo nombre real mucho más bonito, largo y eufemístico no recuerdo gracias a Dios.
Me apunté a la feria de empleo. El programa venía todo escrito en inglés y las charlas las daban chavales de veinte años que seguramente no habrían pasado por un divorcio ni por once años de matrimonio ni por ocho años trabajando de camarero pero que me iban a explicar cómo tenía que actuar para trabajar en aquellas empresas blancas, jóvenes, asépticas, sonrientes y tan modernas que usaban palabras incomprensibles para referise a cosas totalmente mundanas. Chavales que seguramente no habían leído las obras completas de Kafka. Me apunté a la feria de empleo solo para poder decirles a la cara que aún quedábamos personas a las que nos importaba más bien una mierda su dinero, sus palabras inventadas, sus puestos de trabajo inventados y su jodido mundo inventado.
Me cuentas todas esas historias de tu padre con la misma ilusión que cuando las viviste. Me abres tu corazón y yo solo puedo permanecer ahí, mirando tus ojos tan hondos y tan oscuros como un gilipollas sin saber muy bien qué hacer. Tengo tantas cosas que decirte que las palabras no llegan. Y cuando sé lo que te quiero contar la curva de tu espalda es todo lo que puedo acertar a ver y todo se me olvida otra vez. La noche es nuestra y mañana ya veremos. Quererte como un coche bomba.