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Refugiados de primera, de segunda y de tercera clase

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Un billete en el tren de refugiados puede ser en primera clase, segunda o tercera. Todo depende del país que expide tu pasaporte. Desde que estalló la guerra en Ucrania, los países europeos han imprimido billetes de primera a los ucranianos que huyen de la muerte por un bombardeo y la destrucción de sus hogares y forma de vida. La demanda de billetes se ha desbordado y los gobiernos europeos y norteamericano se apresuran a hacer hueco en los compartimientos de clases inferiores que les siguen en la escala social de los que piden asilo político. Solicitantes de asilo en Alemania, Reino Unido, España o Estados Unidos que proceden de centro Asia, centro América o centro África son deportados a terceros países o desplazados de los centros de acogida en los países receptores, distribuidas por las principales ciudades, para hacer hueco a los nuevas estrellas del firmamento del refugiado, los ucranianos.

refugiados2Al estilo más cinematográfico made in Hollywood, en Sudáfrica hemos contemplado la rocambolesca historia de la estafa de una hermosa actriz que se hizo pasar por refugiada ucraniana para poder entrar en el país sin visa. Muchos de los éxitos comerciales made in Hollywood, se componen de chica y gente guapa, viaje de aventura, países exóticos, y un grupo de malhechores que si son negros o hispanos hacen subir la taquilla. Leva Andrejevaite, es actriz de profesión y originaria de Lituania. Leva no quiso dejar pasar la oportunidad de ser la invitada en la fiesta de un multimillonario sudafricano, con todos los gastos pagados y a todo lujo, para celebrar los 100 años acumulados entre Rob Hersov, 60 y su mujer, 40. Un taquillazo.

Leva llegó al aeropuerto de Cape Town en un jet privado sin visa el pasado 28 de abril. Los agentes de inmigración, en control de pasaportes, le negaron la entrada al país por no contar con un visado de entrada vigente. En un giro inesperado de esta historia, la hermosa lituana decidió fabricar un cuento de hadas en la que ella se transformaba en una refugiada de la guerra en Ucrania, y rogaba a los funcionarios de inmigración que le permitieran entrar en el país para solicitar el asilo político en Sudáfrica. Los funcionarios la dejaron pasar el control de pasaportes. La hermosa lituana aceptó el requerimiento legal de solicitar formalmente el estatus de refugiada presentando todos los documentos necesarios que corroborasen su demanda de asilo antes de cinco días. Esos funcionarios no estaban convencidos de que Leva les contara la verdad, y, a pesar de tener la mosca detrás de la oreja, tuvieron la obligación de aceptar su palabra y dejarla entrar en el país siguiendo la legislación de asilo sudafricano. Los días pasaron y la hermosa actriz no cumplió su promesa. En ningún momento, Leva tuvo la intención de solicitar el asilo de refugiada durante su estancia en el país. La cenicienta refugiada se volvió a transformar en una extranjera ilegal. Los funcionarios del departamento de inmigración sudafricano iniciaron un seguimiento de Leva por las redes sociales. Pronto la reconocieron en las fotografías que se compartían por redes sociales de la fiesta organizada por Rob Hersov en Cape Town. Por si existía algún atisbo de duda sobre si era ella, Leva inundó su instagram de fotos en la fiesta disfrutando del lujo con el que el multimillonario sudafricano y su mujer agasajaron a sus invitados.

refugiados3El chicarrón sudafricano, Rob Hersov, es un prominente empresario que heredó su fortuna de la familia propietaria de las minas Anglovaal. Chicos de Pretoria, bien conocidos de Elon Musk. Ahora disfruta de varios negocios relacionados con inversiones financieras y servicios de jets para gente como él. Su flamante mujer es una doctora de Nueva Zelanda. En sus fiestas, el champagne Dom Pérignon fluye y ricachones de todos los colores y edades gustan de rodearse de gente joven y guapa. Ahí fue donde Leva terminó su recorrido de cenicienta refugiada en Sudáfrica.

Cuando las alarmas saltaron, y la hermosa actriz se encontró en un callejón sin salida, Leva buscó la ayuda de amigos abogados que la asesoraron denunciar al ministerio de inmigración por desvelar su identidad y ponerla en peligro de muerte al poder ser identificada en el país que entró para pedir asilo político. La acción se trasladó al tribunal. El juez finalizó el asunto con una bofetada judicial a Leva por mentir en su declaración jurada. No era una cenicienta refugiada, sino una ciudadana de la unión europea que se burló de la administración sudafricana y entrado ilegalmente en el país. Se le exigía pedir disculpas al ministro y ministerio de inmigración, a los funcionarios que la atendieron a su llegada, y al país en su conjunto, por sus mentiras sobre ellos. A pagar los costes judiciales de los demandados y a ser deportada inmediatamente. Tres días más tarde, el 5 de junio, Leva era deportada a su país.

refugiados4Mientras en el hemisferio norte, gobiernos europeos y norteamericano, que ratificaron su responsabilidad bajo la convención del refugiado de proteger a los que necesitan asilo político, abandonan su obligación internacional y dejan desprotegidos a decenas de refugiados no ucranianos. Las historias sobre desalojos forzados de solicitantes de asilo en Berlin, Londres, Madrid, Barcelona, son comunes desde que se inició la guerra de Ucrania y miles de ciudadanos de ese país europeo se vieron forzados a huir de su país. La discriminación entre la comunidad de refugiados, dependiendo de la nacionalidad que se posee, es un agravio que viola los tratados firmados de protección al refugiado por esos mismos países democráticos que denuncian la invasión de un país sobrerano en el continente europeo.

En esta carrera de discriminación y violación del derecho al asilo político, donde los refugiados son convertidos en mercancía que se intercambia al mejor postor, dos acuerdos hacen sonar las campanas de tribunales de justicia. Los días previos a la cumbre de las Américas en Los Angeles se filtraron informaciones sobre la posibilidad del anuncio de un acuerdo entre España y Estados Unidos para deportar a refugiados, procedentes de Centro America y en territorio norteamericano, a España. La oscuridad del taquígrafo se apagó al instante y nada más se sabe. A pocos días del cierre de esta Cumbre, fracasada antes de su inicio, el gobierno inglés de Boris Johnson tuvo que tragarse la saliva con la paralización judicial de los vuelos de deportación de refugiados, acogidos en Inglaterra, a Ruanda. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos frenó el proceso por no cumplir con la legalidad inglesa y tratados internacionales de protección a los refugiados. Algunos de los refugiados a deportar no habían tenido la oportunidad de apelar estas decisiones administrativas sin estudiar sus casos individualmente.

Ruanda y el Reino Unido han levantado mucho polvo al circular con más velocidad de la permitida por la carretera de los derechos humanos inalienables. Su proyecto en común es compartir solicitantes de asilo del país europeo. El Reino Unido manda por avión a los excedentes de refugiados acumulados en territorio inglés al país africano, Ruanda. Uno de los afectados por el acuerdo de memorándum de entendimiento entre Reino Unido y Ruanda, es un antiguo comandante de la policía iraní que huyó de su país tras negarse a disparar a los manifestantes contra el gobierno en 2019. Por ello, un tribunal militar lo condenó a cinco años en Irán. Hasta principios de este mes de junio sobrevivió en el centro de retención en los alrededores del aeropuerto de Gatwick en Londres. Tras aterrizar desde Turquía, en mayo pasado, refugiados5ha estado acogido y protegido en estas instalaciones desde que huyó de su país, Irán. En la primera semana de junio, las autoridades del centro de retención de inmigrantes le dieron pastillas contra la malaria para prepararle para el viaje a Ruanda. Se negó a tomarlas, su respuesta fue “sólo podréis mandar mi cuerpo muerto a Ruanda”. No hay nombres de ucranianos en la lista de pasajeros de los aviones que harán el trayecto Londres-Kigali.

Un poco más lejos, en Estados Unidos, también han hecho suya la idea del primer ministro inglés Boris Johnson. Los dos países atlantistas comparten una misma visión del principio de protección al refugiado. Mandar a un tercer país a los solicitantes de asilo que aterrizan o desembarcan en sus países respectivos. En el caso de Estados Unidos, el país seleccionado no está en África, sino en Europa. España sigue a la espera de acoger a los refugiados en Estados Unidos en sus aeropuertos. Mientras, Leva ha sido declarada persona non grata en Sudáfrica y prohibida su entrada en el país en los próximos cinco años, pero hay otras fiestas donde ser invitada. La temporada se abre en la Marbella del Puerto Banús. Un lugar para desinhibirse y olvidar el dolor infligido por los malos sudafricanos que no la quieren volver a ver por una larga temporada. O hasta que Leva se convierta en una real cenicienta refugiada.


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