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Duérmete, África, que viene China y te comerá...

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China reina por mérito propio en tierras africanas y África está contenta con su partenariado con el país asiático. No sólo los diferentes gobiernos están cómodos con la forma de financiar proyectos y ayuda al desarrollo de China. La mayoría de los ciudadanos africanos creen que la influencia del país asiático en sus economías ha sido positiva en los últimos 10 años, según el último estudio de opinión de Afrobarometro. Expertos africanos en desarrollo y comercio, que analizan acuerdos y datos publicados sobre flujo de inversiones, opinan que el intercambio entre China y África es fructífero para ambos lados. A pesar de esas percepciones, los gobiernos de los países miembros del Club de París, entre ellos la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, mantienen una imagen voraz de la influencia china en el continente. Los datos sobre el terreno muestran que la amenaza principal de la potencia China en África es para aquellos países rezagados en la actual carrera para alzarse con el premio de la extracción de recursos naturales estrellas en la transformación verde de la economías del primer mundo, así como en el negocio de infraestructuras africanas, que el Banco Mundial estima alcanzará la cifra de 300.000 millones de euros antes del 2040.

chinos5“China desea que los países africanos sean independientes, y nos gustaría ayudarles para aumentar su capacidad de desarrollo y autonomía”, estas son algunas de las palabras que el presidente chino, Xi Jinping, expresó en su discurso apertura de la octava cumbre ministerial del Foro de Cooperación China-África (FOCAC), el pasado 29 de noviembre 2021 en Dakar. FOCAC fue creado en el año 2000, y desde el 2013 es el anclaje en África de la iniciativa Belt and Road promovida por el actual Presidente de China, Xi Jinping. A través de esta iniciativa para la financiación de infraestructuras públicas, que ya ha eclipsado en volumen al Banco Mundial, distribuye inversiones en el continente. Su última promesa, 40.000 millones de euros de inversión en África. China se promociona en el continente como estandarte de independencia y autodeterminación en contraposición a la dependencia y dinámicas paternalistas que las antiguas metrópolis europeas han ejercido desde los años de la descolonización en el continente. Su eslogan “win-win”, todos las partes salen ganando, es una campaña exitosa si leemos los últimos datos del intercambio comercial total entre China y África. En 2021, las transacciones comerciales, 254.000 millones, superaron los 250.000 millones de la Unión Europea. Para contrarrestar la potencia china, la comisión de la UE presentó, este pasado mes de junio, su propia iniciativa europea Global Gateway en el continente. La carrera por el boyante negocio de infraestructuras y recursos naturales en África será la estrella que brillará con fuerza en el universo de las relaciones comerciales entre países africanos, Europa, Estados Unidos y China.

Uno de cada cinco proyectos en infraestructuras, en marcha en el continente, está financiado por China. La extensión y uso de prestamos para la financiación de infraestructuras de larga escala, por parte de China, es el instrumento financiero que más críticas ha levantado en el continente. Deborah Bräutigam que lleva analizando años los datos de estos instrumentos financieros, como asesora del Banco de Desarrollo Africano de la Unión Africana, comenta que “estos proyectos suelen estar mal interpretados. Primero se consideran muy extendidos, y segundo la atención dada a unos pocos proyectos de este tipo ha llevado a algunos analistas a concluir que la mayoría de los proyectos financiados por China están conectados al acceso de recursos”. Deborah Bräutigam aclara que ninguna de estas asunciones se apoyan en evidencias sobre el terreno. Los préstamos para infraestructuras personifican lo que en China se entiende como cooperación “win-win”. El modo operandi más habitual en este tipo de préstamos en el continente, es utilizar un recurso natural del país deudor para atraer y garantizar un préstamo para la construcción de un gran proyecto de infraestructuras con mejores condiciones financieras que los ofertados por los bancos comerciales. Este tipo de préstamos han servido para financiar proyectos como la presa de Bui en Gana o las plantas de energía en Nigeria y Angola. En estos casos, la exportación de los recursos naturales se utilizan como garantías de pago por parte del país deudor.

chinos2Los rezagados en la actual carrera africana pisan fuerte el acelerador de la maquina de relaciones públicas que moldea visiones desfavorables del país asiático. El objetivo es revertir su débil posición sin cambiar la estrategia comercial fallida frente a la ejercida por China. Como la perpetuación de dinámicas paternalistas en las relaciones comerciales y financieras con el continente africano que sigue socavando las perspectivas de avanzar respecto a China. “El dinero europeo, demasiado a menudo, aterriza con su propia agenda que no siempre refleja las prioridades de la Unión Africana”, apunta Frank Mattheis, investigador en desarrollo de la Universidad de las Naciones Unidas. La iniciativa europea Global Gateway se centra en tres areas prioritarias para Europa, según Mattheis. Así, el énfasis de esta nueva iniciativa europea está en la diversificación de sus fuentes energéticas, alcanzar objetivos de cambio climático, y frenar el flujo migratorio desde el continente a Europa, además de contrarrestar la influencia de China con su iniciativa Belt and Road.

En esta campaña agresiva de relaciones públicas, para recuperar la influencia en el continente africano, llueven promesas vacías de contenido. Entre ellas, la realizada durante la última conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático COP26, a finales de octubre de 2021. Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Francia se comprometieron a transferir 8.500 millones de euros para invertir en la transformación energética a fuentes verdes en países en desarrollo que no pueden autofinanciarse, y son los principales afectados de la crisis climática con pérdida de tierras agrarias productivas tras largas sequías y devastadoras inundaciones. Ese montante financiero está compuesto por préstamos y subvenciones. Un año después, no existen detalles sobre qué proporción de ese dinero serán prestamos que endeudarán más a países en desarrollo con problemas para hacer frente a sus ya altas deudas adquiridas. Así lo expresó la ministra de exteriores sudafricana, Naledi Pandor, durante la visita realizada por el presidente sudafricano a la Casa Blanca este mes de septiembre. Naledi Pandor criticó que la proporción en préstamos de ese dinero prometido para la transformación energética verde de COP26 era mucho más alta de la esperada. Una carga adicional de deuda a países en extrema precariedad financiera tras los años de pandemia Covid-19.

Mientras existe indecisión y vaguedades en los detalles de partidas financieras a transferir en el continente por el Club de París, el país asiático sigue marcando el paso. El 18 de agosto, China anunció dentro de la plataforma de FOCAC que condonaba la deuda de 23 prestamos a 17 países con créditos chinos a cero interés. La UE, junto al Club de París, no ha iniciado todavía condonaciones de deuda desde el estallido de la pandemia Covid-19 a los países africanos. Pero sí se unieron a la iniciativa global promovida por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para la suspensión, que no condonación, del servicio de deuda (DSSI), aprobada por el G20 en mayo de 2020. Y avalada por China. Por primera vez el país asiático se unía a los países miembros del Club de París, en el principio de actuar en chinos4términos equivalentes en la suspensión de deuda dentro del DSSI. Los últimos datos publicados de esta iniciativa, en diciembre de 2021, muestran una moratoria de deuda de casi 13.000 millones de euros en 48 países de los cuales 38 son africanos.

Sobre la repetida amenaza a caer en la red trampa de impago de deudas y dependencia política a la voluntad impuesta por el gobierno chino, tampoco se sostiene con evidencias sobre el terreno. Un repaso por la historia de la deuda externa en el continente africano, nos recuerda que la crisis de la deuda en África se remonta a los tiempos coloniales, cuando los principales desequilibrios comerciales y alta dependencia en exportaciones de materias primas, se convirtieron en las características económicas de estos países. Ese diseño comercial fue legado por el colonialismo europeo y ha dejado su impronta en la actual crisis de deuda del continente, explica Loes Debuysere, especialista en evaluación de proyectos al desarrollo internacional en el centro de investigación belga sobre asuntos de la UE, CEPS.

Es recurrente la crítica sobre el impacto negativo que tiene la estrategia comercial y financiera de china en África para mejorar la gobernanza democrática y el respeto de los derechos humanos. Deborah Bräutigam, catedrática de relaciones internacionales de la universidad de Johns Hopkins de Estados Unidos, especializada en las relaciones China-África, explica como para China cualquier condicionalidad en la ayuda al desarrollo, o en los créditos a la exportación, es considerada una interferencia en los asuntos internos de un país. A pesar de que China ha ratificado la convención de las Naciones Unidas para la lucha contra la corrupción, que requiere similares imposiciones a reformas legales para la buena gobernanza y respeto de derechos humanos en el acceso a préstamos o ayuda al desarrollo, su toma de posición está alejada de las ejercidas por Europa o Estados Unidos. “El respeto de los chinos de la soberanía nacional, aunque es beneficioso para las empresas chinas, también está más en sintonía con las posiciones dentro de África. Por ejemplo, los chinos generalmente siguen el liderazgo de países prominentes en África (Sudáfrica) y organizaciones africanas, en particular la Unión Africana, en sus posiciones sobre gobernanza en África dentro de las Naciones Unidas”, cuenta Deborah Bräutigam.

La falta de coherencia seguida por el Club de París, a la hora de imponer sanciones económicas y comerciales por abusos en el respeto de derechos humanos o por bajos niveles de gobernanza democrática, ha socavado su legitimidad en el continente. A pesar de las violaciones de derechos humanos sistemáticas del gobierno en Zimbabwe, ningún país miembro del Club de París ha impuesto sanciones que impidan a las empresas comerciar o invertir en ese país. Limitados embargos de armas a países son la norma antes que la excepción. Un ejemplo de la incoherencia e irregularidad en el apoyo del bloque occidental a utilizar sanciones comerciales contra gobiernos que recurren a la violencia para dirimir su oposición interna, es Sudchinos3án. Nunca existió un bloque unido para imponer sanciones financieras y comerciales por los crímenes acontecidos en Darfur, región rica en reservas petrolíferas, durante la guerra civil. Excepto el gobierno norteamericano, que se encontró casi solo en la imposición de un embargo comercial a Sudán. La Unión Europea no secundó a Estados Unidos en ese embargo comercial por los crímenes infligidos a la población en Darfur.

En esta carrera para afianzar su influencia y extracción de beneficios en el continente africano, los países occidentales se han quedado rezagados. La soberbia y paternalismo, ejercido durante la descolonización del continente y perpetuado en su estrategia post-colonial, juega en su contra. China no sólo es vista como una alternativa financiera y comercial equilibrada por gobiernos africanos. Sus ciudadanos también mantienen una visión positiva del papel jugado por China en sus economías. La última encuesta realizada en 34 países africanos entre 2019-2021, por el referente en encuestas en África, Afrobarometro, muestra que los africanos mantienen una visión positiva de la influencia y ayuda procedente de China. Según esta última encuesta, mientras que la mayoría de los africanos, 59%, reconoce que las actividades económicas chinas en sus países tienen alguna o mucha influencia en sus economías. Dos terceras partes de los africanos encuestados (63%) creen que esa influencia política y económica en sus países es de alguna forma positiva o muy positiva. Sólo el 14% afirma que es negativa. Estas evidencias sobre el terreno no importan a los rezagados en la carrera. Ellos siguen cantando la misma nana. Duérmete, África, duérmete que viene ya la China y te comerá. Pero África no quiere despertarse, está cómoda durmiendo al lado del coco asiático.


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Refugiados de primera, de segunda y de tercera clase

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Un billete en el tren de refugiados puede ser en primera clase, segunda o tercera. Todo depende del país que expide tu pasaporte. Desde que estalló la guerra en Ucrania, los países europeos han imprimido billetes de primera a los ucranianos que huyen de la muerte por un bombardeo y la destrucción de sus hogares y forma de vida. La demanda de billetes se ha desbordado y los gobiernos europeos y norteamericano se apresuran a hacer hueco en los compartimientos de clases inferiores que les siguen en la escala social de los que piden asilo político. Solicitantes de asilo en Alemania, Reino Unido, España o Estados Unidos que proceden de centro Asia, centro América o centro África son deportados a terceros países o desplazados de los centros de acogida en los países receptores, distribuidas por las principales ciudades, para hacer hueco a los nuevas estrellas del firmamento del refugiado, los ucranianos.

refugiados2Al estilo más cinematográfico made in Hollywood, en Sudáfrica hemos contemplado la rocambolesca historia de la estafa de una hermosa actriz que se hizo pasar por refugiada ucraniana para poder entrar en el país sin visa. Muchos de los éxitos comerciales made in Hollywood, se componen de chica y gente guapa, viaje de aventura, países exóticos, y un grupo de malhechores que si son negros o hispanos hacen subir la taquilla. Leva Andrejevaite, es actriz de profesión y originaria de Lituania. Leva no quiso dejar pasar la oportunidad de ser la invitada en la fiesta de un multimillonario sudafricano, con todos los gastos pagados y a todo lujo, para celebrar los 100 años acumulados entre Rob Hersov, 60 y su mujer, 40. Un taquillazo.

Leva llegó al aeropuerto de Cape Town en un jet privado sin visa el pasado 28 de abril. Los agentes de inmigración, en control de pasaportes, le negaron la entrada al país por no contar con un visado de entrada vigente. En un giro inesperado de esta historia, la hermosa lituana decidió fabricar un cuento de hadas en la que ella se transformaba en una refugiada de la guerra en Ucrania, y rogaba a los funcionarios de inmigración que le permitieran entrar en el país para solicitar el asilo político en Sudáfrica. Los funcionarios la dejaron pasar el control de pasaportes. La hermosa lituana aceptó el requerimiento legal de solicitar formalmente el estatus de refugiada presentando todos los documentos necesarios que corroborasen su demanda de asilo antes de cinco días. Esos funcionarios no estaban convencidos de que Leva les contara la verdad, y, a pesar de tener la mosca detrás de la oreja, tuvieron la obligación de aceptar su palabra y dejarla entrar en el país siguiendo la legislación de asilo sudafricano. Los días pasaron y la hermosa actriz no cumplió su promesa. En ningún momento, Leva tuvo la intención de solicitar el asilo de refugiada durante su estancia en el país. La cenicienta refugiada se volvió a transformar en una extranjera ilegal. Los funcionarios del departamento de inmigración sudafricano iniciaron un seguimiento de Leva por las redes sociales. Pronto la reconocieron en las fotografías que se compartían por redes sociales de la fiesta organizada por Rob Hersov en Cape Town. Por si existía algún atisbo de duda sobre si era ella, Leva inundó su instagram de fotos en la fiesta disfrutando del lujo con el que el multimillonario sudafricano y su mujer agasajaron a sus invitados.

refugiados3El chicarrón sudafricano, Rob Hersov, es un prominente empresario que heredó su fortuna de la familia propietaria de las minas Anglovaal. Chicos de Pretoria, bien conocidos de Elon Musk. Ahora disfruta de varios negocios relacionados con inversiones financieras y servicios de jets para gente como él. Su flamante mujer es una doctora de Nueva Zelanda. En sus fiestas, el champagne Dom Pérignon fluye y ricachones de todos los colores y edades gustan de rodearse de gente joven y guapa. Ahí fue donde Leva terminó su recorrido de cenicienta refugiada en Sudáfrica.

Cuando las alarmas saltaron, y la hermosa actriz se encontró en un callejón sin salida, Leva buscó la ayuda de amigos abogados que la asesoraron denunciar al ministerio de inmigración por desvelar su identidad y ponerla en peligro de muerte al poder ser identificada en el país que entró para pedir asilo político. La acción se trasladó al tribunal. El juez finalizó el asunto con una bofetada judicial a Leva por mentir en su declaración jurada. No era una cenicienta refugiada, sino una ciudadana de la unión europea que se burló de la administración sudafricana y entrado ilegalmente en el país. Se le exigía pedir disculpas al ministro y ministerio de inmigración, a los funcionarios que la atendieron a su llegada, y al país en su conjunto, por sus mentiras sobre ellos. A pagar los costes judiciales de los demandados y a ser deportada inmediatamente. Tres días más tarde, el 5 de junio, Leva era deportada a su país.

refugiados4Mientras en el hemisferio norte, gobiernos europeos y norteamericano, que ratificaron su responsabilidad bajo la convención del refugiado de proteger a los que necesitan asilo político, abandonan su obligación internacional y dejan desprotegidos a decenas de refugiados no ucranianos. Las historias sobre desalojos forzados de solicitantes de asilo en Berlin, Londres, Madrid, Barcelona, son comunes desde que se inició la guerra de Ucrania y miles de ciudadanos de ese país europeo se vieron forzados a huir de su país. La discriminación entre la comunidad de refugiados, dependiendo de la nacionalidad que se posee, es un agravio que viola los tratados firmados de protección al refugiado por esos mismos países democráticos que denuncian la invasión de un país sobrerano en el continente europeo.

En esta carrera de discriminación y violación del derecho al asilo político, donde los refugiados son convertidos en mercancía que se intercambia al mejor postor, dos acuerdos hacen sonar las campanas de tribunales de justicia. Los días previos a la cumbre de las Américas en Los Angeles se filtraron informaciones sobre la posibilidad del anuncio de un acuerdo entre España y Estados Unidos para deportar a refugiados, procedentes de Centro America y en territorio norteamericano, a España. La oscuridad del taquígrafo se apagó al instante y nada más se sabe. A pocos días del cierre de esta Cumbre, fracasada antes de su inicio, el gobierno inglés de Boris Johnson tuvo que tragarse la saliva con la paralización judicial de los vuelos de deportación de refugiados, acogidos en Inglaterra, a Ruanda. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos frenó el proceso por no cumplir con la legalidad inglesa y tratados internacionales de protección a los refugiados. Algunos de los refugiados a deportar no habían tenido la oportunidad de apelar estas decisiones administrativas sin estudiar sus casos individualmente.

Ruanda y el Reino Unido han levantado mucho polvo al circular con más velocidad de la permitida por la carretera de los derechos humanos inalienables. Su proyecto en común es compartir solicitantes de asilo del país europeo. El Reino Unido manda por avión a los excedentes de refugiados acumulados en territorio inglés al país africano, Ruanda. Uno de los afectados por el acuerdo de memorándum de entendimiento entre Reino Unido y Ruanda, es un antiguo comandante de la policía iraní que huyó de su país tras negarse a disparar a los manifestantes contra el gobierno en 2019. Por ello, un tribunal militar lo condenó a cinco años en Irán. Hasta principios de este mes de junio sobrevivió en el centro de retención en los alrededores del aeropuerto de Gatwick en Londres. Tras aterrizar desde Turquía, en mayo pasado, refugiados5ha estado acogido y protegido en estas instalaciones desde que huyó de su país, Irán. En la primera semana de junio, las autoridades del centro de retención de inmigrantes le dieron pastillas contra la malaria para prepararle para el viaje a Ruanda. Se negó a tomarlas, su respuesta fue “sólo podréis mandar mi cuerpo muerto a Ruanda”. No hay nombres de ucranianos en la lista de pasajeros de los aviones que harán el trayecto Londres-Kigali.

Un poco más lejos, en Estados Unidos, también han hecho suya la idea del primer ministro inglés Boris Johnson. Los dos países atlantistas comparten una misma visión del principio de protección al refugiado. Mandar a un tercer país a los solicitantes de asilo que aterrizan o desembarcan en sus países respectivos. En el caso de Estados Unidos, el país seleccionado no está en África, sino en Europa. España sigue a la espera de acoger a los refugiados en Estados Unidos en sus aeropuertos. Mientras, Leva ha sido declarada persona non grata en Sudáfrica y prohibida su entrada en el país en los próximos cinco años, pero hay otras fiestas donde ser invitada. La temporada se abre en la Marbella del Puerto Banús. Un lugar para desinhibirse y olvidar el dolor infligido por los malos sudafricanos que no la quieren volver a ver por una larga temporada. O hasta que Leva se convierta en una real cenicienta refugiada.


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El ondeo de banderas nacionales

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En plena guerra en el continente europeo entre Ucrania y Rusia, dos banderas colisionan y se defienden ferozmente a sangre y fuego. A miles de kilométricos, en otro hemisferio, en otro continente. Una bandera ondeada al viento en libertad es defenestrada a golpe del derecho y sentencia judicial que protegen los valores democráticos suscritos en la constitución sudafricana. Una bandera tricolor, símbolo de los regímenes segregacionistas coloniales y el Apartheid, ondeada en nombre de la libertad de expresión. Se enfrenta a una condena judicial que la prohibe ser ondeada en libertad en espacios públicos, incluido iglesias y colegios privados, por incitar al odio y acoso racial. Dos interpretaciones opuestas de un símbolo. Una batalla semántica que emanan de símbolos. En plena guerra ruso-ucraniana, en el que dos países se dejan matar por banderas que simbolizan valores nacionales contrapuestos, volvemos a mirar a Sudáfrica.

banderas2El ondeo de banderas del Apartheid en la campaña nacional de protestas contra el asesinato de granjeros blancos, afrikaners, organizada por Afriforum, bajo el lema Black Monday (lunes negro), cinco años atrás, produjo un resquemor agudo en gran parte de la sociedad sudafricana. La Fundación Nelson Mandela, recogió el testigo del malestar popular y presentó un recurso judicial para prohibir el uso y exhibición en público de la bandera, símbolo de los gobiernos coloniales y Apartheid. Amparado por la ley de equidad que prohibe publicar, propagar, promocionar o comunicar cualquier tipo de representación de odio, o daña, incita, propaga o promueva odio. Sólo quedan excluidos de esta prohibición aquellas representaciones por motivos de creatividad artística, investigación académica o científica, o del ejercicio de periodismo justo y preciso. La Fundación presentó cargos contra la exhibición de la bandera por vulnerar la ley de equidad en tres formas: es una discriminación injusta; es una expresión de odio; y es acoso. Ganaron y una sentencia judicial condenó a la bandera del Apartheid al ostracismo en museos, orgasmos creativos, y producciones académicas. Pero la asociación de nacionalistas afrikáners, Afriforum, se resiste y apelaron esa sentencia.

Cuál es el significado actual de la bandera de la nación Apartheid. Qué significado tiene para los que la exhibieron en protesta por los asesinatos de granjeros blancos afrikáners, en un país donde la muerte violenta azota con virulencia a la población no blanca. Para el equipo legal de la Fundación Nelson Mandela, que pide que esa bandera sea prohibida en espacios públicos, el único significado contemporáneo de la bandera tricolor es un grito de nostalgia de los tiempos en que los baluartes del Apartheid reinaban en Sudáfrica. Ese es la verdadero significado actual de la bandera, la dominación blanca sobre los cuerpos negros. No sólo representa la supremacía blanca sobre los no blancos, es la reminiscencia del crimen infligido a la humanidad.

La asociación nacionalista afrikáner disputa que los actos del grupo de seguidores y miembros de su asociación que ondearon la bandera del Apartheid, y quemaron la actual bandera de la Sudáfrica democrática, promuevan el odio racial. Afriforum defiende que la exhibición pública de la bandera del Apartheid constituye un acto de libertad de expresión protegida por la constitución democrática de 1994, y se opone a cualquier prohibición a exhibir la vieja bandera. Su defensa legal contrapone que, en lugar de prohibir, se debería de entablar una conversación, un diálogo entre ofensores y ofendidos. Para su director, Kallie kriel, la iniciativa de la Fundación Nelson Mandela es un intento de convertir a Sudáfrica en un estado policial comunista. Y por ello se opondrá a cualquier acción judicial que intente prohibir la exhibición de la antigua bandera colonial.

banderas3El contexto histórico de los símbolos patrióticos es clave para entender el conflicto moral en la actual Sudáfrica, y sirve como guía para entender otros conflictos morales sobre símbolos que aglutinan valores por los que el pueblo se deja matar en otros lugares en el hemisferio norte. Los debates parlamentarios de 1926 y 1927 sobre la adopción de la bandera de la vieja establece el contexto histórico y enmarca el significado contemporáneo. En 1926, Daniel François Malan, líder del partido nacionalista afrikáner, National Party, y ministro de interior en esa época, defendió en el parlamento la necesidad de adoptar una nueva bandera nacional. Malan describe la bandera como símbolo de la existencia nacional, “la bandera es un ser viviente, es depositaria del sentimiento nacional, una bandera es capaz de generar gran entusiasmo, una bandera es capaz de hacer llorar, puede inspirar nobles esfuerzos, por una bandera una nación puede guiar o luchar, por esa razón no existe otro factor nacional tan poderoso para unificar a las diferentes naciones opuestas que una bandera.”.

Para Malan, y los gobiernos coloniales, las distintas naciones sudafricanas se circunscribían a las comunidades blancas de origen europeo. Ingleses y holandeses. Las naciones unidas por la bandera tricolor (blanca, azul, naranja). Los colores blanco y azul de la Union Jack del Reino Unido, y el color naranja del Orange State de la nación Afrikáner. Malan continua, en su defensa parlamentaria de 1927, detallando el significado de los trazos que componen la nueva bandera. La característica más representativa de la unidad es la cruz. “La cruz siempre significa la idea de mantener y diseminar la civilización cristiana, desde los años de Constantino el grande. El primer emperador romano convertido al cristianismo. También es símbolo presente en la Union Jack, las tres cruces que nos describen la civilización cristiana por la rectitud, la paz y la justicia que representa. Estas cruces mantienen este significado, mantener la civilización cristiana.”. La sagrada cruz de Malan también representaba a la parte holandesa en la bandera. El primer administrador colonial en el Cabo de la Compañía Holandesa para la India Orienta, Jan van Riebeek, según Malan, expresó su misión de mantener y extender la civilización cristiana desde el primer día de su desembarco en tierras sudafricanas. Concluye Malan, que si existen elementos de un destino común en este país, son los elementos esenciales representados por holandeses y ingleses desde su llegada a este país. “La idea expresada por la cruz en la bandera es nuestro destino común”. La bandera fue finalmente adoptada en 1928 por el gobierno colonial inglés, fue refrendada en 1948 con la instauración del primer gobierno de los nacionalistas afrikáner bajo el liderazgo de Malan, y en posteriores constituciones en 1961 y 1983, como símbolos de la supremacía blanca. Este es su contexto histórico.

Los casi treinta años en que ondea la nueva bandera democrática multicolor adoptada en 1994, no son suficientes para que sea olvidado en archivos, museos y universidades los símbolos del horror del pasado colonial. Para entender la disputa judicial presente, hay que mirar a la asociación que está detrás del alzamiento de la vieja bandera del Apartheid en defensa de la libertad de expresión. Afriforum es una asociación de granjeros y agricultores comerciales afrikáners, que desde el 2006 está embarcada en la defensa de los derechos de los afrikáners en todos los ámbitos de la sociedad sudafricana. De la mano del sindicato Solidaridad, que existe desde los tiempos de las guerras Boer contra los británicos, denuncia la discriminación que dicen sufrir su comunidad, la blanca afrikáner.

banderas4Afriforum es un malabarista aventajado para mover el foco mediático hacia sus cabezas. Unas sólidas finanzas les ha permitido personarse, durante los últimos diez años, en casos judiciales que tienen como temas principales la defensa de la lengua afrikáner en instituciones educativas, la libertad de imponer la religión protestante en escuelas, la prohibición de canciones anti-apartheid que se hicieron populares durante los años de lucha contra el sistema en Sudáfrica y Namibia. Y en su última aventura judicial, el derecho a exhibir la bandera del Apartheid.

El abogado que representa a la Fundación Nelson Mandela, Tembeka Ngcukaitobi, defiende, en esta recurso de apelación presentado por Afriforum contra la sentencia judicial que prohibe la exhibición pública del símbolo del Apartheid, que las palabras tienen significados y transmiten ideas que el receptor asume. El significado detrás de las palabras, y no las simple palabras, es lo que se está debatiendo estos días en un tribunal en Sudáfrica. La interpretación de las palabras incluyen ideas explícitas, ideologías y significados. Y por ello no hay dudas de que esa bandera simboliza la llegada de Van Riebeek, y la supremacía de los ingleses y holandeses sobre los pobladores sudafricanos no blancos.

Mientras en tierras europeas se ondean banderas a las que se defienden con fuego y sangre. Unos ven en ellas el símbolo de la libertad y emancipación nacional, otros ven el símbolo del imperialismo y autoritarismo. Colores y cruces siguen marcando nuestras cosmovisiones.


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